cap 1

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Ohm era dueño de una de las empresas más importantes en Tailandia, la compañía se dedica a encontrar jovenes con ganas de triunfar en el mundo del entretenimiento, en la empresa eran formados en todas las áreas necesarias désde canto, baile, actuación y lo más importante compromiso y disciplina pues estas dos últimas eran indispensables para que aquellos que entraran alcanzaran lo que tanto deseaban. Los jóvenes solo debían dar el 40% de sus ganancias a la compañía, esto con el fin de mantener a la misma en pie, muchos se admiraban por como se manejaba esta parte ya que la mayoría de empresas de este tipo adquieren más porcentáje dejando a los artistas con el menor.

Ohm tenía tan solo 23 años pero eso no fue impedimento alguno para que cumpliera su sueño de tener su propia empresa, al principio no fue fácil pero lo había logrado, amaba a su familia pero no quería depender de ellos y su determinación y dedicación lo habían llevado hasta donde está el día de hoy.
Ohm podría dejar de trabajar a estas alturas y no se tendría que preocupar por el dinero hasta su muerte, lo bien que le había ido a su empresa era casí imposible de creer. Claro que Thitiwat sabía y reconocía que no solo era por él, había todo un equipo que lo ha ayudado desde el comienzo y agradece que aún están a su lado.

La familia de Ohm Thitiwat era bien conocida pues sus padres eran dueños de varios hoteles y no cualquier persona podía hospedarse en ellos, eran los mejores y con el dinero que gastabas al pasar una noche ahí bien podrías alimentar varias personas que lo necesitacen.

Un pequeño sonido interrumpiendo su sueño indicaba que eran las 6:30 am, era el momento de abrir los ojos una vez más, levantarse, darse una ducha y bajar para tener un desayuno rápido.

- Un día más pensaba Ohm, han pasado ya dos años y aún te extraño tanto. Una sonrisa con mucha tristesa se formó en su rostro.

- Buen día Sr. le traeré su desayuno ahora mismo, Mily su empleada de 40 años conocía al jóven désde que era un bebé y luego de que Ohm quiso vivir solo su madré lo había convencido de que Mily debía irse con él pues ella conocia todo de él y sabría a que otras personas podría contratar para que le ayudaran con lo que a la limpieza y atención se refería. En realidad solo habían 5 personas más despues de Mily, si bien la casa de Ohm era grande y espaciosa él era el único que vivía allí.

- Gracias Mily, ¿podrías traerme un vaso con agua también por favor? Ohm preguntaba.

- Claro que sí Sr. Mily inmediatamente fue a la cocina por su desayuno.

Ohm terminó su desayuno rápido, no porque se lo comiera como si no fuera a tener nada mañana simplemente era porque desde hace dos años su apetito había disminuído y Mily sabía esto, ya sabía cuanto debía ir en su plato para que no se desperdiciara nada.

- Gracias Mily, una vez más tu comida es deliciosa.

- Mily le regalo una sonrisa y le dijo; cariño disfruta tu día y no pienses demasiado en eso. Mily sabía lo que había pasado y estimaba mucho a Ohm pues lo conocía bien más que bien. Y Ohm por su parte también la apreciaba bastante.

- Claro respondía el joven con un dolor en el pecho. Gracias otra vez Mily, me voy ahora.

Sin más Ohm salió de su casa para ir directamente a su trabajo.
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Esa misma mañana en otra habitación se encontraba un hermoso jovencito de 20 años en su cama durmiendo pero algo no estaba bien, algo estaba molestando al joven en su sueño, su cuerpo temblaba, sudaba y lágrimas recorrían su rostro.

De pronto despertó y quedó sentado en su cama mientras gritaba "No" con un gran miedo y terror en su rostro. Automáticamente llevó sus manos a su pecho y luego sus rodillas para despues abrazarlas. Hundíó su cabeza en las mismas y soltó un gran suspiro mientras lágrimas seguían recorrierdo su rostro.

- Tranquilo Fluke, tranquilo. Se decía así mismo. -Está bien, no fue tu culpa. Tranquilo.

Pasaron unos cinco minutos más mientras se calmaba y cuando lo hizo decidió levantarse para poder tomar un baño.

Salió de la ducha, y se colocó una camisa y unos shorts bástante cómodos.

Fluke Natouch vivía en un pequeño apartamento en donde solo había una cama, una pequeña mesa y un pequeño espacio al que le llamaba cocina.

La vida de Fluke no ha sido nada fácil désde que él tiene memoria. Nunca ha disfrutado de lujos y solo tiene a dos personas que se preocupan por él.
Earth y Prem sus amigos, no, sus hermanos, eso era lo que ellos eran para él, 1 año había sido suficiente para formar ese gran vínculo entre ellos. Por otra parte Earth y Prem seguían en la Universidad pero frecuentaban a Fluke ya sea en el trabajo o en su apartamento.

Fluke tenía ya 1 año sin estudiar, los gastos no alcanzaban para nada más que para darle un techo y algo de comida. Por supuesto que habían noches en las que en su trabajo ganaba bien pero las deudas se lo llevaban todo.

- Se dirigió a su cocina, tenía hambre y quería con todo su corazón que la manazana que había comprado un día antes se hiciera más grande que su cabeza.

Una manzana y un vaso de agua fue su desayuno. A todo esto eran las 9:30 am y debía presentarse en su trabajo a las 6:30 pm. Así que tenía tiempo suficiente para poder estudiar, ya sea Earth o Prem le prestaban sus libros cuando no los necesitaban ya que sabían que Fluke hacía todo lo posible por conseguir libros de lo que fuera para poder seguir aprendiendo.

Ese día no obtendría un almuerzo primero porque cuando estudiaba nunca notaba el tiempo y simplemente dejaba de estudiar hasta que su alarma sonaba indicando que era hora de alistarse, y segundo porque solo tenía lo suficiente para llegar a su trabajo. Por suerte hoy era viernes y él sabía que era el mejor día y en el que tenía que aprovechar hasta el último minuto, si hoy todo salía como lo esperaba podría al menos pasar 15 días sin preocuparse por conseguir el dinero de la renta y su comida.

Ring* Ring* vibró su celular.

- Hola.

- Hey! Fluke, Prem quiere verte hoy, ya sabes esta semana no nos hemos visto y te extraña. Bueno te extrañamos decía Earth al otro lado.

- Bueno hoy debo presentarme a las 7:15 pm pero ya sabes que debo estar allá a las 6:30.

- Bueno entonces allá nos vemos. Por cierto hoy debemos hablar así que te pediremos a nuestra mesa. Y no me digas nada sobre no pagar porque estaremos robando tu tiempo y atención.

- Si lo sé, respondía Fluke. Al principio era un poco incómodo porque eran sus amigos pero luego de horas de charlas lo convencieron que era lo "justo".

- Bien te veo allá. Nos vemos Fluke, gritaba Prem.

- Cállate Prem, mi oído duele, Earth le reclamaba mientras terminaba la llamada.

Fluke sonreía por este par de locos en su vida. Luego notó que era hora de prepararse así que lo hizo y cuando estuvo listo salió de su depa a su trabajo.

PERDÓN! POR FAVOR PERDÓNAME!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora