All I Want for Christmas Is You ~ Stony

All I Want

Pensó un poco antes de recordar cómo había llegado hasta ese momento: completamente desnudo con un Steve igual, besándolo de la manera más suave y amorosa como nadie jamás lo había hecho.

Habían ido a la fiesta de la compañía Stark, un quince de octubre; a la cual todos los vengadores fueron invitados.

Ocurrió, por causa de unas cuantas copas —que gracias al impulso de los demás había bebido —, por las que el castaño ya no había podido continuar esa noche.
Entonces el Capitán América se había ofrecido a llevado a la torre por dos razones: ya no quería estar más allí, y la más importante: no quería que nadie dañara al borracho castaño.

Después de entrar a la torre con Tony en brazos cual princesa y depositarlo en su cama, este no había querido soltarlo del cuello, mientras el otro intentaba lo más delicadamente posible quitárselo de encima, pensando que se trataba de una travesura de un borracho castaño; siendo que el castaño estaba menos borracho de lo que aparentaba.
Para al final terminar en un toque con ambos labios unidos, convirtiéndose poco a poco en un pequeño beso, que ninguno quería terminar.

Los besos suaves y los toques tímidos, se convirtieron en el sentimiento desenfrenado de sentirse cada vez más unidos, sentimiento que habían mantenido muy bien oculto en lo profundo de sus corazones. Sin embargo no era el placer lo que los volvía locos; era la necesidad de demostrarle al otro que no era solo sexo de ocasión, sino, algo más profundo, más hermoso que cualquier cosa que hayan sentido en su vida:

Amor.

Ninguno de los dos lo había mencionado, o siquiera dado alguna señal el uno al otro; pero lo sentían, ambos sentían lo que el cuerpo del otro le transmitía.

Ambos cuerpos se amoldaron y cuando se unieron, supieron que no querían estar de otra manera que no fuera juntos.
Encajaban de una manera mágica, como si hubieran sido hechos para estar juntos: hechos el uno para el otro, como almas gemelas.
Mientras hacían el amor; no había reglas, procedimientos, murmullos, prejuicios; solo eran dos cuerpos fundiéndose juntos en la calidez de la habitación entre las sábanas, con la luna como única testigo de su “travesura del amor”.
Al fin dando a conocer lo que por años mantuvieron oculto por miedo a los demás, pero más importante por miedo al rechazo y a perder, el vínculo del que habían gozado. Pero ahora que habían probado de un fruto aún mejor, no estaban dispuestos a volver al anterior.

Y así fue como terminó la noche de fiesta para ambos: de la manera más profunda y real. Con ambos sentimientos siendo confesados, no con palabras; sino con acciones, como debía ser.

° ° °

—Debes hacerte unos estudios —había sugerido Loki fingiendo desinterés, aunque no pareciera, estaba muy preocupado por su amigo, ya que tenía enfermo una semana entera sin signos de mejorar y por tercera vez en el día había devuelto su ya vacío estómago, además de mareos y mucho cansancio.

—No te preocupes cuernitos, no es nada, debo haber comido algo en muy mal estado —dijo encogiéndose de hombros, para nada afectado.

—Como quieras —tratando de ocultar su preocupación… —pero si no quieres ir con un doctor en el que no confíes, puedes ir a ver al doctor Banner —...y logrando que su amigo lo pensara un poco más antes de darle una negativa —el me ha estado ayudando con esto —dijo señalando su enorme estómago de cinco meses.

—Está bien —suspiró rendido —iré mañana a primera hora, ¿feliz? —levantó las manos dramáticamente —aunque no creo que lo necesite —término murmurando.

Loki sabía que lo necesitaba. El pelinegro río volviendo a su lugar en el sillón —que minutos antes había abandonado al haber visto correr al baño a su amigo—, mientras detrás de él lo seguía el agotado castaño.