Malos Hábitos [Cedric Diggory/Lucius Malfoy]

Capitulo XV: No le importa que piensan

Tener a Diggory desnudo a su lado haciendo los deberes en su cama era un gusto al cual Lynn no le importaría acostumbrarse, aunque nunca lo admitiría en voz alta. Tal como había dicho el chico, el elfo apareció veinte minutos después en la recamara del tejón con su mochila llena de sus cuadernos, sin preguntar al respecto, solo estando feliz de servirle antes de desaparecer.

Disfrutando poseer a Cedric de compañero de estudio, las horas transcurrieron de manera rápida, y sus deberes disminuyeron de igual manera, sin admitir que al final de cuentas su idea había sido más que gratificante. Como compensación para ambos, al terminar recién entrada la noche, se dedicaron a complacerse de nuevo, para luego cenar juntos a solas, y volver a repetir hasta quedarse dormidos en los brazos del otro.

No era la primera vez que Elynne no dormía en su habitación, para sus amigos era más que normal, y Snape no tenía contado quien pasaba la noche fuera y quien no, al menos que los atrapara infraganti. Lo cual no solo ella aprovechaba para colarse en otra habitación que no fuera la suya sin ser atrapada en el proceso. Sin embargo, las pocas veces que no durmió en su cama solo lo había hecho para tener sexo, no para pasar horas con su amante.

Era algo premeditado, y por ende siempre andaba preparada. Apenas tenía un cepillo de dientes que siempre guardaba en su mochila por si ocurría alguna emergencia, por lo que a pesar de haber pasado un gran rato el día anterior, se cuestionaba si había sido una buena idea quedarse a dormir sin haberlo planeado.

Se despertó pensando en ello, saliendo con cuidado de los brazos de Diggory para no despertarlo, y poder caminar hacia el baño a asearse, limpiar su ropa con magia, y arreglarse lo mejor que podía sin tener sus pertenencias. Apenas eran pasadas de las siete de la mañana, por lo que sabía que, al ser domingo, Hogwarts completo aun descansaba, si salía con prisas, podía llegar a su habitación sin ser vista.

— No quise despertarte— se disculpó al salir del baño ya cambiada y ver a Cedric mirarla con su cabello desarreglado y una expresión adorable de recién levantado.

— ¿Ya te vas? —preguntó sin ser capaz de reclamarle después de haber pasado el día anterior con él—. Esperaba que pudieras esperar al desayuno...—intentó bromear mientras ella caminaba hacía su cama y se sentaba en el borde.

— Es temprano, todo el colegio aun duerme, si me apresuro puedo llegar a mi habitación sin ser descubierta— explicó con rapidez antes de él asentir sin protestar y ella besar sus labios de manera breve—. Me encantó estar contigo ayer Ced.

— Entonces quédate— soltó sonriéndole antes de ella negar—. Tenía que intentarlo.

— Eres increíble, nos vemos más tarde— aseguró parándose de la cama para caminar hacia su mochila y engancharla en su espalda.

— ¿Más tarde? —soltó la pregunta al leer entre líneas.

— Te dije que podíamos ser amigos, búscame después del desayuno, podemos seguir nuestros deberes en mi lugar favorito— le aseguró sonriéndole antes de salir de la habitación.