Agnes Ivanova.
Levanté la vista de mis piernas cuando sentí su persona, detrás mío y su mirada encima. Le reste importancia reparando en el enorme terreno de la central, dando en los agentes que no paraban de venir e ir de un lado para el otro.
Parecía el Times Quare, pero sin coches y con la naturaleza a tope, en cualquier momento del día. Sonreí internamente ante eso.
— ¿Qué me ves? — cuestioné ya un poco incómoda por su insistente y determinada mirada.
— Lo hermosa que eres — sonreí cuando se ubicó a mi lado.
— ¿A qué se deben los halagos, señor Holt? — miré al horizonte el anaranjado atardecer decidido a dar paso al crepúsculo.
— Ven aquí un momento — me giré a él, cuando me di cuenta de que los escuadrones de entrenamiento de la central venían con el nuestro — Tenemos que irnos adentro, no deberías estar aquí...
Iba a decirle que mi escapada de hoy se debía a que ya no me gustaba estar encerrada, pero algo llamó mi atención.
Entrecerré los ojos al darme cuenta de que el AMDA estaba detrás mío, y entonces reparé en alguien que me había olvidado por completo.
Caleb Garza.
No había visto al AMDA ayer y hoy al verlos, la estabilidad emocional se me bajó por completo. Él estaba mirándome, sin ningún remordimiento o intención de perderme de su vista.
— ¿Cómo está él? — pregunté.
— Como lo puedes ver, bien — empuñé mi mano un tanto temerosa. Pasé mi vista a la rubia que se encontraba a su lado — ha aportado mucho a la investigación y... Agnes — lo observé — no te preocupes por Gretchen, ella no es como...
— Quiero vomitar — cerré con fuerza los ojos mientras sentía aquel líquido ácido conocido, subir por mi garganta.
Tapé mi boca y corrí detrás del árbol que se encontraba detrás nuestro y vomité derramando algunas lágrimas en el proceso. Lo sentí detrás mío sosteniendo mi cabello. No fue mucho lo que eché, pero la sensación de arcada no me abandonó fácilmente, así que me quedé un momento erguida mientras más lágrimas salían por mis ojos.
— Toma — me pasó mi botella de agua y lo sostuve en mi mano antes de enjuagarme la boca con ella. Lo hice unas tres veces y pasé la manga de mi franela por mis labios, secando el exceso de agua.
Me giré cansada y rodeamos de nuevo el árbol, comenzando a cruzar el inmenso patio. Lo detuve un momento al sentirme mareada y pegué mi frente en su torso recordando momentos que no quería. La forma en que le había gritado a Brant que no me dejase sola con Daven aquel primer día en que abusó de mí.
Quería ya no hacerlo.
Sollocé despacio.
— ¿Qué dijo? — me atreví a preguntar intentado deshacer aquella sensación.
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N U E S T R A (Míos #1) En Edición.
Ficção GeralBienvenidos al Mundo del ISO (International Security Organization) Una joven mujer se adentra al Mundo del ISO pasando por diferentes situaciones tras conocer a dos hombres. Hombres cuya inteligencia y preparación sobrepasaba a cualquier ser humano...