15. Herida
La suave música de Jazz sale de los parlantes colgados en las esquinas de la sala de urgencias, Elsa está recogiendo un par de sus pertenencias. Su turno ha terminado veinte minutos atrás, pero el señor Fredicksen presentó un nuevo paro respiratorio, el tercero del día y no cree que pueda sobrevivir la noche.
Con el corazón afligido, se recordó mentalmente que esa era la realidad a la que había accedido al recibirse como enfermera.
<<Las personas van y vienen, mi Ellie se fue y tal vez ya sea hora de ir yo con ella>>. Le había modulado con dificultad el adorable viejito. Elsa en realidad lo admiraba, supone que en cuanto más vives, menos miedo le tienes a la muerte, y ella espera ser algún día así. Tal vez ni la mitad de sabia o vieja que el señor Fredicksen, pero sí en paz con la idea de dejar este mundo sin haber hecho mucho más de lo deseado.
A sus 26 años, ya con un pie en los treinta, como diría su madre, a Elsa aún le aterraban los monstruos que podría albergar la oscuridad, sabe que la vida es tan corta como impredecible y por eso siempre, a excepción de un par de años de su vida, se mantuvo al margen de lo seguro y conocido. La excepción a su regla llegó y se fue tan rápido que no tuvo oportunidad siquiera de decirle adiós. Pero ese era un recuerdo que aún le apretaba el pecho y prefería conservar en la última habitación profunda de su corazón, bajo llave, sin escapatoria.
Se despidió con una sonrisa de sus compañeras y del guardia al salir, rumbo a la parada del bus que la llevaría a su casa. Con las luces neones de los moteles, restaurantes y clubes quemándole la frente, hizo un inventario mental del refrigerador en casa. Le faltaban huevos, verduras y aceite. Ojeó el reloj en su muñeca y decidió que aún le quedaban 30 minutos de sobra, así que podría ir rápidamente al supermercado más cercano y abastecerse de lo que necesitara.
Nunca le gusto particularmente la zona de verduras y hortalizas del supermercado, era un tanto fría para su gusto y tantos olores juntos le daban nauseas, pero tristemente en la vida de adulto no se te permite rechazar las verduras, es algo que su madre le enseñó. Repasó brevemente las cebollas, papas, apio, cilantro, lechuga y ají que tenían dispuestos en las cajas de embalaje, pasando por alto a propósito los pimentones porque desde hace un tiempo dejaron de gustarle, por una razón bastante tonta en realidad.
Su excepción, la misma del recuerdo que prefería no sacar, odiaba aquel alimento con todo su ser y era capaz de vomitar de sólo olerlo. Con la costumbre y la convivencia, o tal vez por la increíble capacidad persuasiva del sujeto, ella comenzó a desarrollar el mismo rechazo hacia la verdura, tal vez no tan reticente, pero sí lo suficiente como para evitarlo a toda costa, sobretodo dos años después, donde todo le seguía recordando a él.
Abruptamente, luego de dos años, la imagen de esa persona en especial, logró encontrar la entrada a su mente. Sus ojos bonitos y bella sonrisa, se asentaron en la parte trasera de sus ojos, generándole un malestar terrible.
Con algo de rencor, arrojó todo lo restante al carrito y se fue una vez estuviera todo pago y empacado en bolsas de plástico que colgaban flojamente de sus dedos, probablemente dejando marcas que acarició durante el trayecto en bus hasta su casa. Una hermosa casa antigua y larga, reformada para ser un decente condominio de departamentos individuales. La mayoría de residentes eran cuarentones enviudados o retirados, una que otra pareja joven y una familia pequeña con hijos adorables.
Poco a poco, tras la ventana del bus, gotitas cada vez más gruesas de agua, iban cayendo y deslizándose sobre el material, escuchaba el repiqueteo de las mismas sobre su cbaeza cubierta por el techo metálico del vehículo y se aplaudió internamente el haber traído consigo un paraguas por mera prevención. Lo abrió con cuidado antes de bajar del bus y se despidió con amabilidad del chofer.
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Stolen kisses [Drabbles and One Shots Jelsa]
FanfictionPorque amo las historias de amor, sobretodo si son cortas y porque Jack y Elsa son mi OTP. -Historia totalmente mía. -Para adaptaciones primero contactarse conmigo . -Es inadmisible cualquier copia parcial o total. -Los personajes no me pertenecen. ...