Mi Paraíso✧

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Sarah;
Comimos la tarta que por cierto estaba muy buena. Ya eran las 9 p.m. cuando Holland me dijo para llevarme a mi casa, no me quería ir, la estaba pasando realmente bien, pero tenía que ver a Azulejo y hoy habían pasado muchas cosas, no quería presionarla ni que ella se sintiera de esa forma. Supongo que iba a esperar a que ella me dejara en mi casa o quien sabe.
- ¿lista? . -dijo agarrando las llaves.
Yo asentí con la cabeza y nos dirigimos al auto.
Una vez dentro el silencio se hizo el personaje principal. Ninguna habló, nisiquiera prendimos la radio... pasaron los primeros 20 minutos y nada, ya habia ocupado mi mente en lo divertido que fue hoy y ya no tenía que pensar...
- ¿Todo bien?. - le dije al fin.
- ¡sí! .- se sobresalto. - Estaba pensando en el hermoso día que pasé hoy, ojalá no se terminara...
- ¿y por qué se tendría que terminar? .- dije sin pensarlo.
- ¿estás segura? Me refiero a que... ¿no molesto? . - me dice sonriendo.
- ¡obvio que no!, ¿querés quedárte a dormir en mi casa?. - suelto algo nerviosa.
- mmm ¡seguro!, no traje pijama...
- yo te doy, no te preocupes.
Quita una de las manos del volante y me la estrecha. Yo la acaricio y le sonrio.

── ✧ ──
Holland;
Al llegar Azulejo no paraba de saltarnos, sentía su vibra de felicidad.
Sarah se dirigió a la habitación y trajo una remera con un pantalón suelto;
- ¿está bien esto?. -me alcanza la ropa.
- perfecto.
- bueno, esperame unos minutos que voy a organizar la habitación y a hacer la cama.
- ¿te ayudo?.
- si queres...
Y la acompaño, cambiamos las sábanas y Sarah pasa la escoba por el piso para sacar el polvo visible.
- Listo. - dice al terminar, luego agarra su pijama y se dirige al baño.
En ese momento me vestí, su ropa olía a perfume de uva, pero en vez de sentirme bien, mi cuerpo empezaba a transpirar y el nudo en el estómago volvió repentinamente, como si ya estuviera esperandome. Me senté en la cama y empecé a respirar pausadamente, no quería que ella me viera así, el día entero había sido dramática y sentía que si me veía así, se iba a cansar.
Era un bollo de pena, me costaba respirar y sentía que todo estaba mal.
Ella salió del baño y me vió.
- ¡hey! Mirame, va a estar todo bien.
- ¿cómo sabes?
- No, no lo sé, lo único que se es que el ahora me basta y que el futuro sirve para ilusionarnos con cosas lindas... - me seca las lagrimas y me sonríe.