Capítulo 2

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Funeral - Mon Laferte

Omnisciente Pov

Maquilló su mejilla con la base para que nadie notara su moratón de la noche anterior. Asimismo cubrió sus piernas; los violentos chupones en su cuello, que casi cumplían una semana desde que estaban ahí; cubrió también su ojo un poco morado. Lauren creía que todos los golpes y pellizcones en su cuerpo los tenía bien ganados. Cleo comenzó a morder el tobillo de sus jeans azules.

No, Clee—Volvió a mordisquear—No—Se separó de ella y comenzó a ladrarle. La ojiverde la tomó en brazos y la llevó hasta la cocina. El estar en su pecho era el lugar favorito del animal.

Buen día.

Buen día, amor—Darren se acercó y besó sus labios de esa manera tan tosca que le caracterizaba, aunque a Lauren le gustaba—¿Cómo dormiste?

Bien, ¿Anoche te eché?

Sí, dormí en el sillón con Cleo, no te preocupes.

Lo siento, Laur. Yo no estaba pensado del todo lúcido anoche.

Está bien.

¿Me perdonas?

Por supuesto que sí.—Él la abrazó por la cintura, mientras descansaba sus manos en su abdomen bajo como de costumbre—¿Qué quieres desayunar?

Café y tus tostadas.

Entonces eso será—Besó su mejilla y se quedó sentado en la mesa mientras miraba su celular. Lauren comenzó a preparar el desayuno de ambos. Para ella, levantarse temprano era una perdida absoluta de sueño. No era productiva la mañana para ella, así que cortar su ciclo de sueño para poder prepararle el desayuno a su esposo, era un verdadero acto de amor para ella. Claramente no lo era; en cambio era un acto de completo machismo ser dominada y dejarse sobrepasar por el que ella llamaba el hombre de su vida.

Perdón por lo de anoche. No debí gritarte.

Está bien, amor—Cleo mordió el zapato de Darren por debajo de la mesa. El sacudió un poco el pie, pero la cachorra volvió a morderle, pensando que estaban jugando. El castaño no se caracterizaba precisamente por ser un hombre con paciencia, así que decidió que era una buena idea, aprovechar que su esposa no estaba mirando, y patear al pobre animal. Cleo lloriqueó a penas, Lauren la ignoró y terminó de servir el desayuno, era normal que la perrita llorara porque ella estaba ocupada.

Oye, el viernes tengo una fiesta, de la empresa. Así que...

¿Puedo ir contigo?—En realidad, Darren sólo le estaba avisando. Para él, Lauren era una vergüenza.

No lo sé, amor. Va a haber mucha gente y... bien, puedes venir conmigo, pero no puedes hacerme sentir vergüenza, no quiero que hables a no ser que sea estrictamente necesario.

Está bien—Cleo estaba demasiado callada. Lauren apoyó la taza de café de su esposo y sus tostadas sobre la mesa. Observó la perrita que estaba tirada en el piso con mala cara. La levantó y la puso sobre su pecho.

¿Qué ocurre, mami?

Sabes que odio que digas cosas en español, Michelle. Te hace ver tan estúpida.

Perdón.—Cleo lamió su cara haciéndola reír. Darren odiaba su risa. En cuanto ella lo notó se calló—Perdón, Dar.

Está bien. Para el viernes vistete bien. El código de vestimenta es elegante.

Prometo ponerme hermosa.

Linda—Corrigió—No quiero que nadie te ponga las manos encima.

Darren simplemente se fue, dejándo a la ojiverde sola nuevamente por horas. Luego de examinar un par de minutos a su mascota, notó que se quejaba cuando acariciaba su pancita como de costumbre. Cambió sus planes y la llevó a la veterinaria. Se preguntaba con qué se habría golpeado para que tanto le duela. Ella no quería ver la realidad, su mundo de fantasia en el que todo estaba de maravilla aun no se desvanecía.

Por la consulta de Cleo con el veterinario todo se atrasó. Muchas cosas no pudo hacer, y por eso. Aunque Darren había llegado sobrio esa noche, eso no evitó que volviera a golpearla por no poder cocinar. Él quería carne, eso le producía nauseas, y estaba intentando luchar con ello hacía varias horas.

A veces necesitamos otra bofetada que nos dé la vida, sobre todo una de realidad. Ese era el golpe que Lauren realmente necesitaba. La morena de ojos color chocolate la guiaría hasta una dimensión menos dolorosa para la ojiverde.

Secretos que no deben guardarse [CAMREN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora