drinks - hyunho/hyunknow.

sweet as honey, refreshing as cold beer.

minho tuvo un día ajetreado.

desde que su compañero de piso abandonó el departamento en el que vivían todos fue un caos.

al él, como alma caritativa que era hacia aquel chico con el que compartía, aceptar hacerse cargo de aquel negocio de bebidas alcohólicas variadas, encontró un papel bastante largo con varios pedidos diferentes de cosas que no conocía.

¿acaso el vodka tenía sabores? ¿no era mezclado con jugo y ya?

tras entorpecerse un poco al principio pudo identificar con mayor facilidad las bebidas, cobrando el dinero que el menor le había marcado y despidiéndose de forma educada, aún fallando con algunos pedidos, cabe mencionar.

—disculpe, yo había pedido cerveza negra, esta es roja.

esa era una de las tantas frases que escuchó en el día y la noche.

y cuando finalmente eran las tan adoradas cuatro de la madrugada dónde iban a ir a buscar aquel último pedido minho casi se desmaya al ver quién era.

su crush de la universidad, parado frente a su puerta peinando su largo cabello rubio de forma distraída con aquel estilo cool que gritaba bisexual y revisando su teléfono con una mano alzó la mirada a él, sonriendo de forma amable.

—vengo por mi pedido de cervezas—mencionó, lee asintió,girándose en su pijama de gatitos para ir hacia la nevera.

el de cabello naranja entró en pánico, ¿cómo demonios iba a darle un pedido a hwang diosjin sin morir de nervios y sin tartamudear?

con todo el valor que le quedaba tomó dos latas de cerveza, luego girando a la puerta para pararse frente a esta.

—son 15.000 wones la lata y 55.000 las dos—mencionó, la risa extrañamente bonita lo interrumpió.

—disculpa, bonito—los nervios del más bajo de crisparon—yo pedí dos cervezas rubias, no negras—minho se sintió más tonto de lo común.

—o-oh, sí, lo lamento—murmuró con vergüenza,haciendo una reverencia de 90 grados y, causando que se le cayeran las latas en consecuencia.

lee entró en pánico—déjame ayudarte—escuchó el murmuro de hyunjin quién se agachaba junto a él.

con piernas temblorosas, se arrodilló junto a él a intentar juntar miserablemente las latas debido al tamaño de las manos de hyunjin y que estas podían llegar más lejos.

sus manos se rozaron antes de que lee tropiece hacia atrás y caiga de culo al suelo, causando la risa de hyunjin.

la mano del último se estiró hacia él cuando se levantó,mano que aceptó con un sonrojo en las mejillas.

—disculpe las molestias—dijo lee en la voz más alta que pudo lograr, solamente soltando un mísero susurro avergonzado mientras tomaba ambas latas con delicadeza de las manos del contrario, volviendo a la nevera para tomar ambas latas y volver con el contrario.

—quisiera añadir algo a mi pedido—escuchó de hwang y quiso desfallecer—tu número y tu nombre, si es posible—sí, iba a agradecerle a han por aquello.

—uh... soy lee minho—mencionó, girando la cabeza para estirarse y tomar su teléfono—puedes anotar tu número, está desbloqueado.

la sonrisa coqueta de hwang prometía bastantes cosas, y lee quería cada una de ellas.

—hwang hyunjin, creo que te vi pasando por la universidad—y minho iba a desmayarse—uh, lo dudo, hubiera recordado un rostro tan bonito como el tuyo, lee minho—el de cabellos naranjas iba a encargarse de rezarle a dios todas las noches.

—uh, no recuerdo haberte visto la verdad—murmuró, sonando más como un susurro ante la mirada intimidante que le proporcionaba hwang—oh, sí, yo no me encargo de esto, es mi compañero de piso—no supo por qué quería decirlo o aclararlo, solamente lo hizo y una bonita sonrisa de hwang fue su recompensa.

—mhn... ¿si le pago extra al dueño del negocio dejaría que tú me des los pedidos?—sí, definitivamente, el más bajo iba a desmayarse cuando hwang se vaya—está bien, está bien, no diré más—mencionó mirando fijamente sus mejillas, lee supo que estaba rojo por aquello.

—yo, uh... aquí está su pedido, que tengas buena... noche? mañana?—el rubio rió, sacando el dinero de su bolsillo y tomando ambas latas en una mano para poder darle los 55.000 wones a minho con la otra.

—ten buena noche, minho.

y cuando el rubio por fin se fue, minho efectivamente se desmayó en el sofá.