Pelearé Por Ti... [Caitlyn X VI]

La Jefa

Piltover siempre ha sido un lugar ideal para el crimen organizado y la corrupción... Y sin policías correctos, ni alguien con un sentido "adecuado" de justicia, a estas alturas las mafias controlaban todos y cada uno de los comercios de la ciudad... Desde los cigarrillos hasta el agua... Todo.

Por otro lado, Zaun... Se volvió un lugar donde el trabajo esclavista, el maltrato, los sicarios y la violencia son el pan de cada día... El sumidero simplemente se ha vuelto un lugar donde encontrar "mano de obra" barata y muchas veces de la peor calaña.

"Piltover, la ciudad del progreso" no era nada más que una fachada que fue construida a base de mentiras y engaños por toda Runaterra, tal vez en algún momento ese nombre fue un sinónimo de prestigio y renombre hacia todo inventor, policía e incluso criminal que provenga de esa ciudad. Pero ahora, año tras año lo único que era certero esque cada sheriff, alcalde y oficial tenían, tienen y tendrán siempre su puesto mediante sobornos o influencias, se trataba de un juego por encontrar al cerdo más "grande y corrupto" de la ciudad.

A pesar de todos los ladrones, estafadores y asesinos que existían en la ciudad, la mención de un solo nombre era capaz de hacerlos temblar y querer correr por sus vidas aunque esto sea totalmente inútil; aunque su nombre significara peligro, contradictoriamente también era un sinónimo de justicia. Nadie escapaba de su control u "ojo de águila", por así decirlo ella era alguien que respetaba las reglas... Aunque no fueran las correctas, sino las que ella misma imponía, y ese era un requisito para poder "trabajar" con la jefa.

Ella era lo mejor de lo peor por así decirlo, y su nombre era "Caitlyn, Jefa de las mafias de Piltover", todos tenían teorías de cómo llegó a convertirse en alguien tan imponente y peligrosa, en la ciudad corrían tantos rumores sobre su sangre fría y su puntería infalible, que más que hablar de una persona de carne y hueso, parecía que hablaban de una leyenda, alguien con quien no quisieras toparte, y más si estás en malos pasos.

Aunque no había una historia definida de cómo labró su control y poder sobre la ciudad, había algo que todos sabían con sólo mirarla, su belleza era tan inigualable como sus habilidades en combate, y su mente era tan fría y calculadora como una máquina. Matarla más que un reto era una sentencia de muerte, solo alguien que no tenga miedo a morir o algo peor podía "encargarse" de ella o siendo sinceros... Solo intentarlo.

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Caitlyn caminaba tranquila por su ciudad, y aunque era extraño verla sin compañía, hoy era uno esos los días. Su belleza destacaba particularmente hoy y llevaba el "uniforme" que hacía tiempo escogió como marca, la marca para dictar una orden, una que debía ser cumplida y que probablemente sería dada a alguno de los tantos políticos o policías corruptos en el distrito. Este era un traje negro con camisa blanca, elegante, el cual acentuaba sus curvas, además de aretes, joyas y zapatos de tacon alto del mismo color. Cualquiera que la viera pensaría que salió de una fiesta muy costosa o de un funeral, y probablemente pensar en la segunda opción era lo mejor, ese traje y el hecho de verla caminar sola, solo podía significar una cosa.

La jefa no estaba contenta y tuvo que salir de su "guarida" para decirles a los inútiles que tenía por lacayos que hagan su maldito trabajo.

Después de caminar un rato por la plaza ubicada en el centro de la ciudad con una expresión de pocos amigos tatuada en el rostro, finalmente entró a la comisaría de Piltover. Una vez adentro todos la miraron atónitos, verla era un evento que nadie querría repetir más de una vez en su vida, todos los allí presentes agachaban la cabeza como señal de respeto en cuanto la reconocían. Cailtlyn visualizó el edificio, era antiguo con un... Un poco polvoriento pero fino tallado en cada una de sus paredes, en el centro había un tragaluz que dejaba ver lo imponente y enorme que era la estación. Contaba con 3 pisos divididos en infinitos cuartos para entrenamiento de fuerzas policiales, bomberos, armas, etc.