Capítulo 11. "Estoy enamorada"

1K 122 107
                                    

     Alemania, 28 de Marzo del 2019.

     Bella.

- Cassey va a matarme si se entera de lo que estoy haciendo – Richard está nervioso.

- Todos van a matarnos si se enteran – lo observo –, pero necesito hacer esto y tú eres el único que sabe manejar los sistemas de computación casi igual de bien que yo.

- Esto es demasiado peligroso – definitivamente está nervioso – ¿Y si la cagamos?

- Nada nos puede salir mal, Richard. Hay muchas cosas en juego – mi falsa tranquilidad camufla el miedo de dañar todo el plan.

- ¿El chico Andros no iba a encargarse de esto? – su mirada está fija en la entrada.

- Sí – confirmo –, pero no lo ha hecho y no puedo ni quiero esperarlo más.

- ¿Cómo que no puedes? – su pierna se mueve rítmicamente – Es esperarlo y ya.

- ¿Nunca te has enamorado, Richard? – observo sus ojos buscando una respuesta.

- Realmente, no lo sé – exhala –. No he sentido la necesidad de hacer una locura de este nivel por alguien. Aprecio mi vida, Bella.

- Entonces no has estado enamorado – sonrío con la boca cerrada –. Al estar enamorado te sientes completo y dispuesto a enfrentar el mundo. Tus sentidos se remueven al ver a esa persona, tu pulso se acelera cuando sientes su cercanía, tu mente crea escenarios ficticios donde ambos cumplen sus metas y sueños. Un impulso nace, apoderándose de cada uno de tus sentidos y de pronto una insaciable necesidad de consumir a tu ser amado se adhiere a tu cuerpo como una sanguijuela – miro el cercado eléctrico de cuatro metros que se encuentra delante de nosotros –. Si Andros no va a encargarse de esto, entonces lo haré yo. No voy a esperar como una idiota a que alguien me ayude a ver a mi chico. La única información que tengo de Marco es que está bien y que no le permiten visitas, eso no es suficiente para mí, Richard – exhalo, soltando los nervios –. Estoy enamorada de Marco, necesito corroborar por mi propia cuenta que él está bien. Necesito verlo, abrazarlo, besarlo, cuidarlo y consentirlo – mi voz expresa seguridad –. Ya pedí ayuda una vez, no pienso hacerlo dos veces. Que se joda Andros y que se jodan todos. Entraré a ver a mi chico.

- Espero nunca enamorarme de esa manera – Richard toma la mini laptop y comienza a preparar todo –. Es admirable lo que haces, pero también es una locura – hace una mueca –. Estás colocando en peligro la libertad de Marco y el anonimato de todos – me recuerda –, pero en algo tienes razón – levanto una ceja –, que se jodan todos – suelto una risa divertida – ¿Alguna vez te dije que eres un cerebrito con la tecnología? – cambia ágilmente de tema – Es demasiado complejo crear un programa de virus que tumben un sistema por completo.

- Gracias – agradezco –. Es complejo, pero entretenido – ajusto mis armas en todo mi cuerpo –. Existe una alta posibilidad de que el virus falle – puedo ver como sus músculos se tensan –, es la primera vez que se enfrentará a un sistema del gobierno, no tengo idea de la potencia que tenga su algoritmo de defensa, pero lo más probable es que puedan detectarlo.

- Madre mía – cierra los ojos.

- La laptop revelará una luz roja si eso llega a ocurrir – coloco mi brazo alrededor de sus hombros –. Además, emitirá una señal con anticipación para que pueda ocultarme de las cámaras y escapar sin ser detectada. Aún así existe una posibilidad del treinta porciento de que mi virus no sea detectado y le estoy apostando todo a ese porcentaje.

- Bien – Richard asiente con algo de confianza.

- Cuando el virus infecte el sistema de la cárcel, la electricidad del cercado se apagará y todas las cámaras verán las imágenes de sus últimas grabaciones – le explico –. De lo único que debo encargarme es de los guardias y ya tengo un plan.

DesaparecidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora