Tras cinco meses de esos acontecimientos la familia Lucifer estaba encantada y de forma cómica Venelana agradeció a Dios por el milagro al mismo tiempo que se desmayo debido al dolor de cabeza. Zeoticus estaba feliz por tal suceso, Koneko abrazo sollozando a su rey y Rías la correspondió con un gran abrazo. Sirzechs y Grayfia también saludaron y se pusieron muy contentos con la noticia pero había algo extraño en todo y era el raro comportamiento de Rías.
Ese día antes de que Akeno llegara a la casa Rías escondió su arma con con un pequeño truco de Salanar, empequeñeció su arma y la colocó en un colgante que se puso en su cuello mientras suprimía su poder.
Rías observaba a su padre con una sonrisa (Te odio... ) y lo abrazo gentilmente (Te mataría aquí mismo...). Rías giró para ver a su madre sonriéndole para abrazarla (Perra desgraciada...). Venelana hizo un comentario sobre que hacia un poco de frio y Rías se permitió una carcajada mientras le decía a su madre que se esta haciendo mayor (Vieja decrepita...). Koneko la pilló desprevenida y la abrazo mientras estaba llorando un poco. Rías se sorprendió un poco pero luego mostro un dulce sonrisa a su torre (Servirás bien a Salanar-sama...) Cuando Sirzechs y Grayfia llegaron junto a un Mílicas que no se despegaba de ella la sala parecía mas fría de lo normal pero no le dieron importancia, era esa época del tiempo donde hacia frio. Sirzechs se acerco a su hermana y la abrazo feliz de que ya no tuviera esa enfermedad (Das asco con ese apellido...) Grayfia le sonrió desde lejos y ella le devolvió la sonrisa (Muérete...). Rías en ultima instancia dio un pequeño vistazo en Mílicas, su mirada era fría desprovista de toda emoción para luego sonreírle al pequeño (Bastardo...) El pequeño Mílicas creyó haber visto algo raro pero no le dio importancia
Estuvieron hablando y pasándolo bien, Rías era el centro de atención ya que supero una rara enfermedad humana
Zeóticus: "¡Un brindis por la recuperación exitosa de nuestra hija!" Dijo en celebración
Todos celebraron al igual que Rías que levantó su copa ara decir unas palabras
Rías: "Ha sido un poco doloroso pero gracias a la ayuda de Akeno y mi propia voluntad he conseguido salir adelante" 'Me gustaría veros arrastrándoos sobre mis pies y suplicando clemencia' Dijo con una sonrisa de felicidad
Tras cinco meses decidieron inscribirla a una escuela en la misma ciudad donde iban, la academia Kuoh que principalmente eran de niñas pero tras un nuevo reglamento permitieron varones tras este año. Akeno que estaba estudiando supero la clase de primer año para entrar a la de segundo año pero Rías debía ir a la de primer año cosa que le dio igual.
Akeno: "Me sentiré muy rara sin ti... ¿Tienes todo lo que necesitas? ¿Empacaste tu almuerzo, libros y demás?" Le dijo preocupada
Rías: "Lo tengo todo Akeno no te preocupes tanto" 'Hablas demasiado, no me gustaría arrancarte esa lengua'
Akeno: "Reservé una cosa en la escuela días después de tu recuperación, es una casita que esta detrás de la escuela"
Rías: "¿Una casita?" Le dijo mientras salían de su apartamento para ir a la escuela
Akeno: "Es un club. Lo he llamado Club de lo oculto. Conveniente para lo que somos ¿no? jiji"
Rías: "Razón no te falta" 'Ella, Koneko y yo allí... Necesito mas personas en mi séquito'
Al llegar a la escuela encontraron un suceso un tanto raro, eran 3 chicos corriendo por sus vidas y detrás de ellas un chica con una catana de madera y detrás de la chica venían un grupo de 15 chicas mas. Los chicos tropezaron y no hace falta decir como acabaron los chicos mientras las chicas les regañaban diciendo cosas como 'Dais asco' o 'Eres un asqueroso'. Rías miraba a los chicos con una sonrisa no muy tranquilizadora mientras pensaba en como seria usarlos de vanguardia.
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Salanar, el Jinete de la Muerte
Fanfiction... Salanar... Dijo una voz en el viento. ... Ser de desastres... la voz aumentaba mientras un remolino oscuro emergía cerca del caballero. ... Serás el pastor... Continuaba mientras una sombra enfermiza hacia aparición al lado del caballero arrodil...