Capítulo 20: no hay lugar en el cielo.

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Sus cuerpos desnudos se encontraban uno junto al otro

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Sus cuerpos desnudos se encontraban uno junto al otro. Theo reparaba si realmente había sucedido... y así fue. Dong Yul pasó su mano por detrás del cuerpo de Theo para recibir un abrazo.

Theo se levantó levemente y puso su cabeza sobre el pecho del asiático.

-Viniste a hablar de tus problemas y resultamos... -dijo Dong Yul, pero le costaba aceptar que acababan de tener sexo.

Theo soltó una carcajada y no pronunció alguna palabra. Le había dado un pequeño panorama a su amigo sobre la situación, pero hablar de ello a profundidad, resultaba abrumador. Subió la cabeza para ver a Dong Yul, el cual, se encontraba en una seriedad absoluta.

-Lo digo en serio, tienes un problema y necesitas ayuda -insistió-. ¿Puedes hablar un poco de eso?

Suspiró.

-Es más difícil de lo que imaginas -habló por fin-. Justificas la promiscuidad como algo que necesitas cuando no es así, al contrario, te vuelve más mierda de lo que ya estás. Y sumado al hecho de...

-No tengas miedo de decir su nombre -le interrumpió el asiático-. Ese puede ser un buen primer paso. Gracias a Dios no te has dejado llevar por las drogas.

-Hay algo de determinación en mí. -Rio tontamente-. Pero es difícil, lidiar con una culpa que te carcome el alma, tratar de ocultar esos sentimientos con sexo o licor.

-Oh, estábamos cerca -enfatizó Dong Yul, jugando con el cabello de Theo-. Saldrás de esto, pero para ello debes dejarte ayudar.

-No deberías molestarte.

Theo se levantó para poder mirarlo a los ojos. Quedó sentado en posición flor de loto.

-En serio, yo puedo lidiar con esto.

-No -insistió Dong Yul, recostándose sobre su cadera-. No has podido lidiar con eso, ni lo harás. Al menos, no solo.

Theo suspiró nuevamente.

-¿Qué tienes en mente? -quiso saber Theo.

-Conozco a una amiga de mamá que es psicóloga, estoy seguro que hablar con ella te ayudará. A lo sumo, harás terapia en grupo y cosas así.

-No quiero hacer eso, ¡No estoy loco! Ni tengo problemas con las drogas, ¡Tampoco soy un alcohólico!

Theo adoptó una posición defensiva. Se levantó de la cama y se vistió.

-Pero estás muy cerca de serlo. -Al darse cuenta de que Theo replicó, continuó-: y no podrás cambiar esos malos hábitos sin ayuda. Somos amigos ¿no?

-Sí, lo somos -respondió Theo levantando un morral que se encontraba muy cerca de donde había dejado su ropa-. ¿Cuándo comenzamos?

-Hablaré con ella lo más pronto que pueda, pero estimo que comenzarás la semana que viene, al menos, eso espero. -Dong Yul salió de la cama, se acercó a Theo y le plantó un beso en sus labios.

Despiadada Venganza © [disponible en físico] ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora