𝕮𝖆𝖕í𝖙𝖚𝖑𝖔 III; Detrás de tú mirada.

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[2019]

La limusina paso cerca de las 8, Rey se miro al espejo, hacia años que no salía en una cita, estaba muy nerviosa. Tomó su bolso y salió..

El viaje fue tranquilo, las luces de la ciudad eran brillantes y no parecía que la gente afuera quisiera ir a dormir. Podía sentir que esta noche traería sorpresas. Deseó que fueran positivas.

El restaurante era elegante, como todo en la ciudad, y en este lado de Nueva York no era esperar. Poe la esperaba en la entrada, sonrió al verla. De nuevo con un bonito traje, sin corbata y su cabello rizado.

Ella envuelta en un hermoso vestido de seda color melón, combinado perfecto con su piel bronceada y los reflejos de la luces.

—Hermosa.—beso su mano.

—Gracias.—recuperando su mano y llevándola a su cabello. Unos mechones fuera de lugar.

—Pero ven, vamos a la mesa. —Rey miró su mano con cautela y la tomó.

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No se quedaron dentro, pasaron a una pequeña terraza solo para ellos, Rey se sintió tan atendida y consentida. Poe la miraba con una pasión que la tenía ya por el borde de la alucinación.

La cena fue más tranquila, cómoda para ella, además de que la comida era deliciosa. El lugar, la vista al río y el puente. Había venido a muchos lugares como éste, pero la atención de Poe era lo que lo hacía nuevo e interesante.

—Y bien Rey. —tomando un sorbo de vino. —¿que hay detrás de esa sonrisa bonita?. —la miro con cautela.

Rey suspiro cruzando las piernas debajo de la mesa. Tenía tantas cosas que contar, alguien con desahogarse, pero se detuvo a pensar en lo obvio, esto era una "¿primera cita?". No es así, de este modo no podía llegar a contar como es que aún está casada con un hombre al cual no ve hace más de 12 años y que aún guarda su anillo de compromiso bajo llave.

—No hay mucho que contar, no mucho que ya sepa. —se acomodo mejor en la silla, mirándolo esperando su respuesta.

—Yo podría decirle. —se acercó aún más a la mesa para mirar a Rey. Ella alzó una ceja incrédula.

—Ah si, ¿como?. —preguntó.

El se alejó y se puso cómodo en la silla al otro lado de Rey. —Puedo saber muchas cosas a través de sus ojos. —sonrió de lado.

Parecía incrédula ante eso. —¿ Y que dicen mis ojos?. —se apoyo en la mesa con los codos para mirarlo fijamente.

Poe se acercó, mirando que su juego fue más exitoso de lo que creía.

—Veo, éxito. —dijo suave, Rey bufo ante eso.

—Digame algo que no sepa. —fanfarroneo.

El negó sonriendo. —Veo fuerza, tenacidad, lucha constante. —ella bajo la mirada a su bebida.

Rey agachó la cabeza negando. —Muy bien señor Dameron, está vez fue más precisó. —aunque faltaba cobarde, dijo para si misma.

—Pero también veo. —la saco de su ensoñación. —también veo soledad, algo te falta, no te veo del todo completa. —Rey hizo una mueca y bebió de su vino.

—Al parecer no resultó muy buen adivino Poe. —sonrió con gracia. Pensando en aquellos días en los que alguna vez fue feliz y completa.

—Lamento si toque un tema privado, —se disculpó.

Dos Bodas Y Un DivorcioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora