Amor por el baloncesto - MYG+KTH.

Parte 36: nuevo semestre

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Lunes 12 de agosto del 2019

Después de esa salida con Agust, Tae ya no salió con nadie, paso las vacaciones solo, en su casa; viendo animes, películas, leyendo y escribiendo, había retomado una historia que hace mucho tiempo, cuando más niño había comenzado a escribir pero había dejado por... por cosas de la vida.

La cosa ciertamente iba bien, no era tan malo redactando como pensaba, la estructura de personajes era buena y la trama también, sencilla, pero con mucho que abarcar, además de que los bocetos de estos eran buenos, o al menos eso le dijo Suk una vez que entro y los vio colgados en la pared de su cuarto.

Si bien no había visto a nadie durante vacaciones, sí había hablado con sus amigos del club por medio de mensajes de whatsapp, y Jimin había llegado sólo hace unos días pasados, le había estado mandando fotos de todo Seúl y le había mencionado que le había comprado algo y se lo daría apenas lo viera.

Las vacaciones han terminado y Tae está bien con ello, vacaciones casi por 2 meses ha sido mucho y ciertamente agotador, extraña la rutina que es la escuela.

—¡TaeHyung, andando que se nos hace tarde! —El grito de su madre lo hace sobresaltarse, enfoca de nuevo su mirada en el espejo y se arregla el cabello. Ha crecido mucho, lo había dejado crecer tanto que hasta se le han formado suaves rulos, le gusta cómo se le ve, espera con ansias ver la reacción de sus amigos, la de Agust también.

Agust. Sonríe ante el nombrado, han conversado mucho durante vacaciones, ¡pero en serio! ¡Mucho! Hablan básicamente todos los días, inician con un "¡Buenos días" y finalizan las conversaciones con un "¡Buenas noches!" pero no crean, tampoco es como hablen todo el día durante todas las horas, de vez en cuando la platica no fluye durante horas, y no son pasadas algunas más que la conversación se retoma, algo que está bien para Tae.

Han conversado sobre varios temas, se han mandado unos cuantos stickers y la cosa parece bien, a lo que le ha informado Agust las clases de manejo con su madre ya no son con ella, sino con ChanYeol, el papá de JiMin, y aquello es mucho mejor dado que Chan es más comprensible y menos gritón.

Suelta una risa al recordar el audio que el rubio le había mandado aquella vez. Alisa su uniforme formal y toma su mochila, baja las escaleras trotando y se encuentra con su padre y sus hermanos sentados en las sillas que rodean la mesa tomando el desayuno.

—B-buen-n-os días —menciona tomando asiento.

—Buenos días —responden todos con una sonrisa. Su madre le pasa su cereal favorito y él se sirve un poco para después agregar la leche, toma la cuchara y se lleva un bocado.

—¿Quieres que te lleve, cielo? —Pregunta su madre desde la cocina, por su parte Tae la mira y le asiente.

—¿P-p-puedes?

—Claro —asiente.

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Han salido un poco tarde de su casa y ha llegado muy y apenas. Baja corriendo de la camioneta y se encamina al corredor, llega a las listas de grupos y se busca entre ellas, encontrándose en el aula 15. Camina a paso rápido hacía el edificio en donde se encuentra dicha aula, al llegar al segundo piso siente su respiración agitada por la carrera, va mirando el suelo cuando alguien lo detiene de los hombros.

—¡Mi lindo TaTa! —Y reconoce la voz de JiMin, sonríe al instante y corresponde un poco al abrazo—, ¡Dioses! ¿Creciste más? Yo creo que sí, ¡Y tú cabello, por Dios! —Lo mira asombrado y Tae siente sus mejillas arder al momento que siente la mano de su amigo entre sus cabellos—, se te ve asombroso. —Asiente con una sonrisa y la sonrisa de Tae se alarga más.