EL MANICOMIO

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Acababa de llegar al bosque, era un periodista muy reconocido y le habían dicho que estaban pasando cosas muy extrañas en un manicomio. Salió del coche, mientras cogía algunos papeles que había preparado con preguntas que le haría a los dueños de aquel extraño lugar. Por ultimo cogió su cámara, con la que solía grabar todas las entrevistas que hacía a menudo. La puerta del coche se cerró de golpe mientras el periodista observaba el bosque mientras sentía un escalofrió recorriendo su cuerpo, <<Necesito esta noticia>> Pensó para sus adentros. Fijo la vista en el bosque, tres caminos sobresalían, todos con las mismas características. Parecían largos, y todos estaban iluminados por la tenue luz de la luna llena que había esa noche. Los árboles tapaban la mayor parte del camino, mientras las ultimas hojas del otoño caían de sus ramas dejándolos prácticamente desnudos ante el frio. Ninguno de los caminos tenía indicaciones por lo que el periodista, confundido escogió el camino que tenía más cerca. Mientras caminaba por el estrecho camino que había escogido, las hojas que habían caído al suelo crujían, crujían más fuerte de lo que harían unas hojas, pero decidió ignorar aquel insignificante detalle. Siguió caminando, mientras que lo que parecían sombras se desplazaban de un lado a otro rápidamente, comenzó a preguntarse si esa entrevista valía la pena, algo que a sus ojos llenos de ambición y codicia era absurdo, tenía miedo, pero ya llevaba media hora andando y seguramente volver al coche seria mucho peor que llegar al manicomio. Después de una hora de camino, y millones de sombras vistas por el periodista vio por fin la punta de un gran edificio, la punta del edificio que había estado buscando desesperadamente una hora. Era un gran edificio, con grandes portones y ventanas con barrotes finos pero resistentes. Desde el bosque se podían escuchar murmullos, ¿venían del manicomio, o venían del propio bosque? El periodista que notaba cada vez más como alguien se acercaba lentamente por la espalda, intento girarse pensando que se estaba volviendo loco, pero antes de que pudiera ver nada una fuerza sobrenatural tiro de él, arrastrándolo dentro del bosque, a tal velocidad que provocó que los papeles que el periodista consideraba más importantes que su vida se desprendieran de su chaqueta, y la cámara que llevaba en la mano se quedó enganchada en una rama que parecía haber cobrado vida propia. Y hay estaba el periodista, viendo como su vida pasaba ante los ojos del mismo, hasta que de pronto la fuerza que le había estado arrastrando paro de golpe. El hombre se giró rápidamente para ver qué era lo que le había estado arrastrando todo ese tiempo que se le había hecho eterno, vio una figura humana semi transparente, con los ojos negros como el petróleo. Un grito espeluznante sonó en el bosque haciendo que los cuervos que habitaban en el volaran hacia todas las direcciones. Silencio era lo único que se escuchaba mientras la cámara sin que el hombre se diera cuenta lo había grabado todo hasta que se había quedado en la rama que había cambiado de posición. Un año después la policía encontró el cuerpo, tenían pruebas, habían papeles e incluso una cámara con una grabación tan extraña como que no habían huellas de ningún tipo, el caso se quedó sin resolver, ya que ni siquiera había un rastro de sangre, solo el cuerpo de un hombre de 37 años con una cara que demostraba que lo que había pasado aquella noche del 31 de octubre de 2020 no había sido obra de un ser humano. 

-FIN-

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