Narra Goku.
Entre a la habitación y pude ver como un delgado rato de sol entraba por la ventana y se deslizaba torneo bello rostro de Akeno. Ella estaba mirando hacia esa dirección. Llena de cables. Tubos. Rasguños y muchas heridas. Bajo muchas vendas para que no se le infectara.
Suspiro.
Me fui acercando lentamente y ella fue volteando para encontrarse conmigo. Su mirada estaba un poco perdida y casi no podía formar una palabra por el remedio que la doctora le había dado. Me acerqué lo más que pude y ella fue levantando su brazo hacia mi pecho para terminar apoyando su mano completa en el. Estaba temblando. Parecía que era la primera vez que me tocaba pero ella causaba eso y más en mi interior.
Se podía escuchar en el silencio del lugar. En el silencio entre nosotros dos. Su respiración en esa máscara de oxígeno pero eso no le quitaba la belleza que llevaba desde que la vi directo a los ojos. Ella todavía no podía hablar pero con sólo mirarme y acariciarme sabía que estaba diciendo más que mil palabras.
Crei que iba a perderte.
Ella dio una media sonrisa.
Yo.... Te juro que...
Ella me miro.
Akeno yo.
En eso la puerta se abrió inpidiendome terminar de hablar. Voltee y sus padres entraron a la habitación. Ellos se acercaron rápidamente a su hija y me aleje un poco. Ellos abrazaron a su niña entre lágrimas y sonrisas.
Ella estaba bien donde estaba y con quien estaba. Creo que debería renunciar a esto. Ah, ella. Debo decir que no aunque me duela. Akeno debe estar alejada de mi si no quiere tener problemas.
Es mejor que me vaya. Dije y voltee.
Estaba acercándome a la puerta cuando escuche un chillido. Un ruido que no era normal. Crei que algo malo estaba pasando pero no era así. Me Di cuenta que no era un ruido cualquiera. Ese sonido. Era ella. Ella me estaba llamando. Voltee y pude ver su brazo estirado hacia mi. Ella intentaba alcanzarme de alguna manera. Me quedé paralizado por lo que intentaba hacer.
Akeno. Dije.
Ella hizo una sonrisa completa y me quedé mirando fijamente a los ojos. Una pequeña lágrima se deslizó sobre su rostro y sin pensarlo dos veces supe que era lo que realmente murmuraba en ese chillido.
¡Te amo!.
Las lágrimas y alegría llenaron mi cuerpo. Corazón y alma. Sus padres me quedaron viendo asombrados por lo que había dicho. Sonriendo y entre lágrimas de felicidad.
Te amo también, linda.
Sin más que decir. Apoyo su cuerpo de nuevo en la cama y cerró sus ojos para volver a descansar con una bella sonrisa en su rostro.
Salí de la habitación y me encontré que las chicas estaban afuera hablando. Me acerqué a ellas y me encontré con la persona que menos esperaba encontrarme en este momento. Xenovia Estaba cabizbaja sentada en una banca con todas las demás pero a la vez sola. Me vieron llegar y todas se pusieron de pie incluyendo a xenovia.
Daniela. ¡¿cómo está?! ¡¿podemos verla?!.
Goku. Sus padres están aquí y ahora está descansando. Es mejor dejarla ahí.
Xenovia se me quedo mirando y todo se hizo silencio.
Chicas quiero hablara a solas con xenovia. Por favor.
Las chicas hicieron caso y se fueron. Para dejarme frente a frente con ella.
Xenovia. Hola. Dije casi sin mirarlo a la cara.
Goku. ¿cómo es capaz de aparecer aquí después de lo que hizo?. La verdad que es muy valiente al ser capaz. Me crucé de brazos y no dije nada. Ella levantó la cabeza una vez sola y comenzó a llorar sin consuelo. No creia en sus lágrimas. No en todo lo que diga en este momento.
Xenovia. Akeno. Ella fue mi primer amiga en todo el colegio. Dije llorando.
Yo sólo era una niña estúpida. Que venía de una familia golpeadora. Akeno siempre me hacia reír cuando me hacían daño y siempre sabía como aliviar todo el dolor. Akeno era como mi hermana. La quiero. Haberle echo todo esto. Me duele más a mi que a ella. Te lo juro.
Goku. Xenovia tu...
Xenovia. Lo siento tanto. Dije llorando.
Goku. Quizás ahora no sea el momento indicado. Dije y ella me miro.
No es conmigo con quien tienes que hablar y pedir disculpas. Akeno está ahí todavía y si debo admitir que estoy enojado contigo.
Xenovia. Lo se.
Goku. Entonces ahora vete a casa. Reflexiona y cuando salga del hospital yo te diré y hablaras con ella. Dije y me fui.
Narra akeno.
Mis padres se fueron y le quedé sola en la habitación Por un rato, cuando la puerta se abrió de nuevo y la doctora entro a verme.
Doctora. Hola hermosa.
Akeno. Hice una sonrisa.
Doctora. Bien. Voy a tomar tu presión y tu pulso. Dijo y sacó sus herramientas de trabajo.
Cuando te diga, mantienes la respiración. Dije y acenti con la cabeza.
Bien ahora.
La doctora termino de revisarme. Cambio mis vendajes y luego me dio un poco de medicina para el dolor. Ella se sento a mi lado mientras estaba anotando los resultados de lo que acababa de hacer en su planilla.
Doctora. Tus padres son muy amables. Muy buenas personas. Ahora se quedaron algo en el restaurante del alado. Así podían estar tranquilos. Dijo y sonreí.
Doctora. Mañana te quitamos el respirador y te ayudaré con unos ejercicios para respirar de nuevo como antes. También tengo buenas noticias para ti. El sábado te irás de aquí y las heridas no serán un problema. Dijo y aplaudi lentamente.
Sólo tendrás que cuidarte bien unos días. Tomaras medicinas que le recete a tu mamá.
Akeno. Sonreí ante eso.
La doctora se levantó y estaba por irse. Pero se detuvo
Doctora. Antes de que se me olvide. El está muy bien. Tu bebé está fuerte y sano. Nada le pasó en la pelea. Dije y sacó un sobre de su cartera.
Akeno. La mire y ella no to que algo no andaba bien.
¿mi.... be...be..?.