45. Inclúso tú codicias mi poder.

8 0 0
                                    

Llevo días sin dormir bien, hice creer a los demás que es por Anette, pero cada vez que las niñeras se encargan de ella por la noche me dicen que es muy buena y casi no llora.

Bueno, eso es porque realmente Anette no es la culpable de que no pueda dormir. Si no Vincent.

Durante varios meses me había acostumbrado a que pasara las noches con lady Edith. Alguna parte de mi creyó que después de el momento que tuvimos el día que nació Anette, todo mejoraría pero no fue así.

Se la pasa ofendiéndome cada vez que tiene oportunidad, pero apenas tocamos la cama quiere llenarme de caricias y besos. Dormir no es una opción mientras él está acariciando mis piernas.

Además me obligó a pedir que por las noches Anette sea cuidada por una niñera. La excusa es que no nos deja dormir y como monarcas tenemos responsabilidades.

Desde que Catherine tuvo a su bebé, ella se encarga de cuidarlo ya que no tiene mucho tiempo para ayudarme por las noches. Decidí dejarla trabajando aquí por el hijo de Mirari, sabía que podría a ayudarla a ella o incluso a mi en caso de ser necesario. Y bueno, ahora no es mi ayudante, si no la niñera de Anette cada noche.

Me apenaba pensar que tenía que encargarse de dos niños, sola por la noche, pero me aseguró que no sabía porque la bebé despertaba llorando todo el tiempo con nosotros, con ella siempre dormía y despertaba solo las veces necesarias. Creo que sospecha que mentí para sacarla de la habitación por las noches.

Desde entonces cada mañana es como esta. Vincent sobre mi, yo rodeando mis piernas por su cadera y acariciando su rostro con una de mis manos mientras que con otra recorro su espalda.

No, ni siquiera disfruto de esto. Pero la mejor manera de convencer al otro es convencerte a ti.

Me es difícil convencerme de que me agrada estar así con él. Pero una vez cerrando mis ojos, es un poco más fácil echar a volar mi imaginación, y fingir que no esto junto a él.

Es más fácil si no habla. Y si me comporto como quiere parece de mejor humor durante el día, incluso me trata con más delicadeza.

-Da un paseo conmigo- dice entre besos.

Suena mejor un paseo que estar así con él.

Asiento de inmediato y Vincent se pone de pie para comenzar a cambiarse.

•••

No es un paseo, es una exhibición. Vinimos a dar un paseo por el jardín del sur. La mayoría viene aquí los domingos por la mañana después de asistir a la ceremonia religiosa de cada semana.

-¿Cómo es que mi esposa no me mira así?- dice mientras mira a su derecha.

Hago lo mismo y noto que Mirari está con el duque Alaric, ambos caminando y sonriendo. No nos han visto, la vista está bloqueada por un gran árbol. Luego la vista se ve interrumpida por lady Edith caminando junto a lady Margaret, la sobrina del duque Thompson.

Noto como Vincent se queda siguiéndolas con la mirada y aunque prefiero que centre su atención en alguien más que no sea yo, me coloco frente a él.

El vestido que llevo hoy, ha sido elegido por él. Y ya veo porqué, es uno de los más preciosos que tengo. Es morado, lleva descubiertos los brazos y un escote notable, tampoco lleva nada de volumen en la parte de la falda.

No es algo que una reina o una mujer de la nobleza usaría. Pero es algo que a Keith le gustaba que usara, por eso mismo lo consiguió para mi, sabía que haría enojar a mi madre.

Perfecta creaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora