reincarnationem | wenjoy au +18

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—Irene... —repitió Sooyoung luego de haber oído dicho saludo de la mujer, mirándola algo entorpecida y deslumbrada por la belleza que portaba ésta.

Según ella, esta chica hasta podía ser su contemporánea y por ello mismo es que había decidido ayudarla minutos atrás. Pensó que, quizá, todas las personas de esa zona no eran tan malas y agresivas como con las que chocó calles atrás; sin embargo, al haberla escaneado pudo detectar la vestimenta que ella portaba y también la piloto. Prendas cortas, muy ceñidas al cuerpo y tan llamativas que hasta un punto alguien podría llamarlas "descaradas". 

—Y... ¿A dónde piensan llevarme? —preguntó con suma curiosidad, tomando parte de su vestido en ambas manos, apretando esta prenda por un ligero miedo que sintió en dicho momento. 

Irene volvió a girar su rostro así como parte de su cuerpo para ver a la alta novia, le regaló otra sonrisa que le provocó un pequeño escalofrío a la menor en dicho momento. 

—Iremos a un lugar donde podrás estar más segura —respondió la mujer de forma inmediata, volviendo a regresar su vista hacia las calles desoladas y cada vez más oscuras de esa parte de la ciudad. 

La menor no pudo sentirse más insegura y con miedo en ese preciso instante. La idea de aventarse del auto sonaba cada vez más cuerda. 

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Seungwan se acomodó inmediatamente en su cama luego de que Seulgi le ayudara a llegar hasta su habitación. La mayor cubrió a su mejor amiga, arropándola como si se tratase de alguien menor a su cuidado, pero no era de más tras lo que había ocurrido instantes atrás en la sala. Son emitió quejidos por incomodidad, no le gustaba ser tratada de esa forma por más malestar que tenga; ella agradecía toda acción de Kang, pero no era de su agrado... Aún así, prefirió no decir nada, solo se limitó a quejarse.

—Ya, Seulgi, ya... —decía con un tono tenue, frunciendo su ceño.

—Shh, Wendy —le calló también con una voz firme—, deja de quejarte y mejor descansa que ya es tarde.

—Fue algo común que suele sucederle a cualquier ser humano, no seas una exagerada. 

—¿Común? —preguntó al mismo tiempo que bajó sus manos con fuerza contra la pierna de ésta, interrumpiendo su trabajo de seguirla arropando—, ¿Tú crees que lo que te sucedió hoy es algo que suela suceder así de siempre? —tras su pregunta, se ganó el silencio de Wendy—, ¡Terminaste ahogándote al recordar a esa mujer de la boda! ¡Tú misma me lo dijiste! —exclamó con una mueca de enfado, pero sus gritos eran de clara preocupación y fastidio por la menor que la miraba ahora sorprendida. 

—Se-Seulgi...

—¿Y así dices que soy exagerada? 

—Disculpa... 

—Me preocupas, Seungwan-ah —añadió la mayor con un tono más blando, exhalando seguidamente—. Me preocupa más que la existencia de esa chica tenga tanto impacto en ti sin haberla conocido. 

—... Siento como si la hubiese visto antes, pero... No sé donde —respondió resoplando luego de ello, volteando su mirada para detenerla en un punto de su habitación.

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El auto se detuvo en paralelo de un local sumamente iluminado por los letreros que están colocados como decoración del lugar. Sooyoung observó dicho local con suma curiosidad, notando como ese espacio se trataba de un bar pero no de esos elegantes a los que ella solía asistir. 

Hombres borrachos saliendo del bar, mujerzuelas paradas cerca a la entrada coqueteando y asechando a los ebrios que se retiraban y una música que resonaba en todo ese espacio.