Revelaciones

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Estaba acorralado ante Mirage. Volteé mi cabeza a un lado, y vi su mano en forma de puño apoyada en la cama. Volví a mirarlo, seguía asustado.

-- ¿D-dije algo? --pregunté.

Se acercó peligrosamente a mi rostro, mirándome fijamente. Una pregunta, ¿esto cuenta como pasarse del límite para golpearlo? Yo creo que sí. Quise darle un puñetazo, pero a reflejos de él, tomó mi mano antes de que estampara en su mandíbula, luego con su otra mano también tomó la otra mía, y las juntó arriba de mi cabeza, afirmándolas con fuerza.

-- Repite lo que dijiste --demandó.

-- ¡No dije nada! --grité con nervios, tratando de liberarme de su agarre.

Me apretó las muñecas con fuerza, por lo que mi expresión cambió a dolida, y al punto en que solté un gemido de dolor, soltó el agarre. Se alejó, y se bajó de la cama. Recién me di cuenta que en el momento en que tuve el paño en mis ojos, se sacó sus prendas inferiores, sólo tenía la remera puesta, bueno, y los calcetines. Quedó mirando la pared. Yo me moví, para quedar con la espalda apoyada en el respaldo de la cama. Me quedé en silencio, mirando la sábana. Pasó como un minuto, hasta que escuché sus pasos. Levanté la mirada, Mirage se había ido al baño, a limpiarse supongo. Miré mis piernas, mis muslos, mi estómago y pecho, y toqué mi cara. Tengo semen y presemen por todos lados, también debo lavarme.

Se lo dije entremedio de mi discordia, estaba apunto de venirme en ese momento. Qué patética forma de confesarse. Ni siquiera lo pensé, fue la emoción y excitación del momento. Además, ¿por qué se molestó? ¿Tan despreciable es lo que le dije? Me di cuenta que había empezado a llorar. ¿Desde cuándo soy tan débil? ¿Siempre lo he sido acaso? ¿O es que él me tiene así? Guié mis manos a mi rostro, tratando de detener las lágrimas. Me di cuenta de algo irregular, así que miré mis manos, tenía las marcas de las manos de Mirage en las muñecas, del momento en el que me apretó. Bueno, y también tenía restos de semen ya que toqué mi cara.

Mirage salió del baño, con una toalla en su cintura y sin la remera. A juzgar por su cabello no mojado, se hizo un lavado rápido de cuerpo. No me miró, se dirigió al closet y mientras sacaba alguna prenda, se la iba poniendo ahí mismo. Finalmente cuando terminó de vestirse, y dejar la toalla de vuelta al baño, fue a la salida. Quise detenerlo, decir algo, pero no tuve la valentía suficiente. Salió de la habitación sin más. Me quedé unos cortos minutos ahí, hasta que aún llorando, me levanté. El semen de mis muslos empezó a caer hasta el suelo. Dejando pasar eso, caminé hasta el baño, y entré.

Con paciencia llené la bañera con agua tibia. Luego me metí, y me senté, con la espalda apoyada. Suspiré. Después de un minutos de relajarme, tomé la esponja, le eché jabón y empecé a pasarlo por mi cuerpo. Se sentía extraño... Hace mucho no me lavo por mí mismo. Ahora mismo tendría a Mirage pasándome con suma delicadeza la esponja por mi cuerpo, si no se hubiera enojado. Me quise hundir, así que hice que mi espalda bajara y resbalara, hasta quedarme acostado debajo del agua, obviamente no sin antes tomar aire y cerrar los ojos. Conté por curioso los segundos que estaba aguantando. Luego me quise levantar, pero sentí algo. Sentí sus manos nuevamente en mis caderas, sentía un peso encima. Intenté salir a la superficie, pero mi cuerpo se sentía muy pesado, aunque no hubiera nada encima. En ese punto, desesperé. Mis manos las guié a los bordes de la bañera, e hice fuerza para salir del agua. No podía, sabía que todo estaba en mi mente, pero aún así no podía. Hice un escándalo en el agua, intentando ir a la superficie. Sentí mis hombros siendo tomados, y fui arrancado fuera del agua con brusquedad. Empecé a toser con desesperación, escupiendo agua y tratando de recuperar la respiración.

-- ¡¿Qué intentabas hacer?! ¡¿Estás loco?!

Abrí los ojos costoso, y encontré a Mirage arrodillado en el suelo al lado de la bañera, con el ceño fruncido.

Permíteme Tocarte >Mirage x Crypto< #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora