-Lo sentimos señora, necesitamos a alguien con verdadera experiencia-era la décima vez que le decían eso en el día.
-Pero, puedo aprender, soy rápida-respondió insistente Carla.
-Mire, es un restaurante muy conocido, cualquier error con la comida o servicio sería fatal. No puedo hacer mucho, pero por el momento la puedo recomendar para un trabajo de medio tiempo en un supermercado.
-¿Cómo cajera? Eso me serviría mucho-el rostro de la mujer se iluminaba.
-No, como ayudante de limpieza, el gerente es amigo mío, dígale que yo la mandé. Es todo, con permiso-el señor se retiró antes de que Carla dijera algo.
-Supongo que con algo se empieza.
Trataba de ser positiva pero era difícil. Grisha, el padre de Eren, sólo mandaba una cuota mensual con muy poco dinero para sostenerse.
Doscientos dólares era lo que recibía, por más que se quejaba con ese hombre siempre era la misma respuesta: "Sólo mando el dinero para sostener a mi hijo, no tengo porqué sostenerte a ti".
-Oiga, el baño de mujeres está tapado de nuevo, haga su trabajo-dijo el gerente del minisuper.
-Ah... Pero los destape hace dos días-la castaña se encontraba agotada.
-Si no puede hacer algo tan simple, solo renuncie.
Fue lo último que dijo ese hombre antes de marcharse.
-¿40 dólares?¿Por qué? Dijeron que la paga era de $100.
-Todavia que pone peros a lo que se le ordena se pregunta "¿Por qué?"-el hombre le daba la espalda-Vayase a su casa.
-Como sea, gracias y tenga un buen día.
Con decepción la mujer quito sus guantes, lavo sus manos, veía su reflejo en el espejo frente a ella.
La paga era pésima por todo lo que hacía, pero temía que si lo dejaba no encontraría otro.
Salió del minisuper para tomar un taxi, eran alrededor de las 10pm. Contó su dinero mientras esperaba, no le alcanzaba y no iba a poder tomar el último metro.
Suspiró, comenzó a caminar hacia su hogar.
-¡Mamá!-gritó el pequeño al ver a su madre atravesar la puerta.
-¡Mi niño!-sonrió-¿Qué haces despierto a esta hora?¿Y la niñera?
-Estaba despierto porque te estaba esperando-Eren tenía una gran sonrisa-y la niñera se fue temprano, dejo una nota en la mesa.
-¿Si? Bueno, ve a dormir... En un momento iré para contarte un cuento-Carla se acercó para acariciar la cabellera de su pequeño.
-¡Sip!
Los piecitos de Eren corrieron en dirección a su cuarto. Carla tomó la carta sobre la mesa y enseguida la leyó.
-Haa-soltó un suspiro.
La niñera había renunciado debido a la poca paga.
Tiro el papel a la basura y fue con su hijo, tenía que demostrar que todo iba a estar bien.
-¿Mami está bien? Se ve cansada-Eren parpadeó un par de veces preocupado.
-Solo tengo un ligero dolor de cabeza, debe ser porque no he comido.
-¿Quieres gomitas? La niñera me compro unas y guarde una para ti-su pequeña mano se puso sobre la de su madre.
-No cariño, ya hay que dormir, cierra tus ojos.
Paso una semana.
Las cosas no se veían que mejorarán, al contrario, se veían peor.
-Estamos haciendo un recorte de personal, aquí está por tu "arduo" trabajo-el señor le entrego un sobre amarillo.
-...-la mujer lo tomó para abrirlo-¿Qué? Son 200 dólares.
-Agradece, íba a darte menos, pero sé que eres madre soltera.
-¡Esto es una injusticia!¡Trabaje tanto como para solo recibir está dinero tan mediocre!-estalló, no podía, ya no.
-Haga lo que quiera, es todo lo que obtendrá por mi parte. Le recomendaría que buscará otro empleo en lugar de morder la mano que le da de comer-dijo esto para después irse.
-...-sus ojos se llenaron de lágrimas.
Estaba estresada, cansada, desesperada, con hambre. Todo estaba mal.
-Se... V-vende... Ca...sa...-leía el menor-"¡Se vende casa!"-sonrió al poder leerlo-¿Se vende casa?-ladeó su cabeza.
-Si bebé, el dinero no alcanza y no puedo pagar todos los gastos que requiere nuestro hogar... Además, no tengo trabajo, espero poder sostenernos con la cantidad que nos den-La mayor cargo al niño.
-¿Y dónde vamos a vivir, mamá?-sostenía su peluche.
-Ya veremos, pero será un lugar más pequeño.
-El tamaño no importa, solo quiero estar contigo-abrazó a su madre.
-Y yo contigo mi niño, y yo contigo...
Se quedaron así por un rato.
Las preocupaciones de Carla se esfumaron al ver esa linda inocencia en su amado hijo.
Tenía que reponerse.
-Mami, tengo hambre-Eren salió de su habitación.
-Ah... ¿Qué quieres comer?-Carla lo miró.
-¡Pizza! Pero... ¿Podemos?
-Hmm...
La mujer se levantó, dejo el periódico y plumón en la mesa, nuevamente buscaba trabajo.
-No... ¡Pero!-sonrió-¡Puedo calentar unos ricos frijoles! ¡¿Quieres?!
-¡Si!¡Frijoles!-el niño se sentó en una de las sillas del comedor.
Después de unos minutos, ambos sentaron para comer.
-¡Te quedó muy rico mamá!-Eren limpiaba con su dedo lo poco que quedó en el plato.
-¿Te gustaron?¿Quieres más?
-Si quiero, ¿Hay más?-asentía.
-Puedes comer lo míos-le acercó el plato.
-Pero... ¿Qué va a comer mamá?-su expresión se hizo triste.
-Yo no tengo hambre, estoy bien... Tu come, no te preocupes por mi-le dió una sonrisa para despistar.
-¡Bueno!
-Prometo que... Encontraré un buen trabajo y te podré comprar muchas pizzas y frijoles, ¿Si?-observaba a Eren comer.
-¡Si mamá!-el niño comía del plato de su madre.
Ella estaba bien, si su pequeño lo estaba.
Continuará...
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Medicate Your Love
FanfictionEren es un pequeño que sufre de desnutrición debido a la mala economía de su madre. Jamás iba a imaginar que ir todos los fines de semana con su pediatra fuera tan divertido. Lastimosamente durante un periodo se va al extranjero. Levi solo se centra...