『05』

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Una punzada atravesó su cabeza cuando despertó de golpe, mareándose al instante por la brusquedad de su acción. Dio una mirada rápida al lugar donde se encontraba, sorprendiéndose en demasía al notar los ojos preocupados de Seungmin clavarse en su persona.

—¡Al fin despiertas! —el muchacho movió sus brazos de un lado a otro, exaltado—. ¿Estás bien?

Minho parpadeó un par de veces, espabilando. Se hallaba en su habitación, tal cual nada hubiera sucedido. Los recuerdos de la noche anterior llegaron a su memoria de inmediato, visualizando en su mente el rostro de Jisung.

—¿Qué pasó anoche? —cuestionó con confusión.

—Yo debería preguntarte eso. Llegaste casi a la media noche, entraste por la ventana y te lanzaste a dormir. Ni siquiera me saludaste, lucías como un zombie. Intenté despertarte muchas veces pero nunca me hiciste caso.

Aquello solo incrementó su desconcierto. Haber regresado a casa no formaba parte de sus recuerdos, es más, lo último que recordaba de la noche fue... Jisung. ¿Qué demonios?

—Me contuve bastante para no decirle nada a la abuela Hyemi —volvió a hablar Seungmin, posicionándose a su lado—. Minho, ¿qué fue lo que sucedió? Estaba preocupado por ti y si te soy sincero, lo sigo estando. ¿Cómo estás ahora?

Probablemente la expresión de inquietud en el rostro de Minho era demasiado evidente. La situación le parecía extraña, ¿se había tratado de una alucinación o algo así? No lo comprendía, y se veía en la necesidad de resolver sus dudas.

—Voy a salir —sin responder al menor, se puso de pie de un salto para luego dirigirse a la puerta de la habitación—. Si la abuela pregunta, dile que fui a comprar comida para el desayuno.

Existían varias cosas mal con su excusa, empezando por que su abuela preparaba el desayuno todos los días sin falta, y que él nunca había salido a comprar algo para comer antes.

—¡Pero Min...!

Salió dando un portazo, sin importarle el hecho de que la preocupación de Seungmin aún se mantenía latente. Sus prioridades eran otras en aquellos momentos.

Mientras Minho tomaba rumbo hacia el último lugar en el que había estado la noche anterior, pensó en la falta de lógica respecto a lo sucedido. ¿Jisung era una persona real?

Las personas no poseen cuernos, Minho.

Quizás los cuernos eran solamente parte de algún disfraz. Entonces, ¿cómo podía explicar que se haya cortado la luz en la calle justo en una ocasión tan conveniente? No podía tratarse de una falla común y corriente, puesto que las casas en su interior todavía contenían luz, o eso recordaba ver. Ya no podía fiarse ni de sus pensamientos.

Lo que sí era totalmente ilógico fue el brillo en los ojos de Jisung. Eso no era nada normal. Nada, absolutamente nada.

¿Siquiera Jisung existía realmente? ¿Ese era su nombre de verdad? Tantas dudas y ninguna respuesta.

Demoró cerca de diez minutos en llegar a la calle del letrero azul, un tiempo corto tomando en cuenta la distancia entre su hogar y el sitio. Estaba desesperado, y la desesperación provoca que el mundo funcione con mayor rapidez.

Se apresuró hacia la casa en ruinas la cual, supuestamente, era donde Jisung vivía. Al acercarse a tocar la puerta unas cuantas tablas de madera cayeron desde el segundo piso, sobresaltándolo. Ahora, viendo la casa a plena luz del día, era capaz de afirmar con toda seguridad que era imposible que alguien habitara ese lugar. Se encontraba demasiado arruinado y polvoriento, sin omitir el detalle de que la infraestructura se veía como si fuera a venirse abajo en cualquier momento.

Spooky Hannie || MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora