capítulo 1:

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blueberry
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Las diez cincuenta estaban en el reloj de su muñeca, ya sería casi hora de la salida. El joven de cabellera dorada estaba ansioso por salir de su jornada ya que en el almuerzo tenía una cita muy importante para él, hoy era una fecha demasiado hermosa, era su aniversario número tres con su amado hombre fornido de implacables ojos azules.
No dejaba de juguetear con su pie izquierdo, mientras estaba un tanto impaciente a lo que vendría a la una del día, ya quería que el tiempo pasará de prisa.

Atendió a varios clientes que ocuparon de su atención, un poco más de tiempo pasaba pero no el suficiente, tenía que esperar aún más.
A suspiros miraba de nuevo el reloj..

"Once treinta y nueve.. puff-" se decía internamente.

Para su novedad un chico de cabellos un tanto claros y en rulos atravesaba la puerta del establecimiento, ahora solo pasaba por su mente en qué tontería le traería en este nuevo día.

–¡Hey Hen! La tía Suzie recién llego de su viajé de Oklahoma y me trajo unos cuantos souvenirs, ¿quieres verlos? –no contenía ni una emoción y solo agitaba una mochila de color rojo que enseguida la dejaba en el mostrador y la abría.

–No sé porque me preguntas si de todas maneras me mostrarás aunque no te diga nada, pero bueno, veamos que es lo que traes ahí.

Jasper dejaba todo lo que traía dentro aquella mochila, muchas cosas habían dentro, unos cuantos llaveros, una gorra, unas estatuillas y una caja de prueba de embarazo...

–Aguarda, ¿esto porque está aquí? –se preguntaba Henry en voz alta con una ceja más alzada que la otra. –¿con que razón habría una prueba de embarazo entre todo esto?

–No tengo idea, ¿habrá sido que la tía Suzie esté dudando que esté embarazada..? –pasaba sus manos a la cintura y pensó por un par de segundos. –Bueno, genial.

–¿Genial, qué es genial? –le respondía el extrañado chico de camiseta a cuadros.

–Proveámosla. –asentía Jasper demasiado seguro al decir su idea un tanto absurda.

–¿Cómo, enserio dices que deberíamos probarla en nosotros?

–¡Sí! –contestaba el contrarío muy animado y de puños arriba.

–¡Hagámosla! –compartía la euforia de su gran amigo y ponía una placa en su lugar de trabajo qué decía "vuelvo en cinco minutos".

Los dos fueron detrás a donde se encontraba el baño de empleados, parándose frente a la puerta con un anuncio que especifica que no se podría entrar a menos de trabajar en el lugar.

–¿Tú si tienes ganas de orinar? –preguntaba el rizado con la cajita en mano.

–La verdad es que sí.

–Entonces eres el elegido. –se inclinó a él y le proporcionaba la prueba en modo escena de coronación.

A risas bobas y sin mucho pensar siguieron con su estúpida idea, ahí iba Henry a sacar ese pequeño apartillo y leer las instrucciones de uso, nunca pensó bien lo que hacía pero ahí seguía.

Tal y como decían las instrucciones, orinar, y luego usar el objeto, todo al pie de la letra.
Así fue como hizo tal cual, luego de pasar por esas indicaciones limpiaba sus manos y dejaba la prueba encima del lavabo para darle paso a su amigo. Ninguno esperaba una respuesta coherente, sabían que a ninguno de los dos le saldría positivo en aquella tontería, solo era el perder el tiempo un rato y hacer un poco el tonto.

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⏰ Última actualización: Dec 13, 2020 ⏰

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yellow;; (𝘩𝘦𝘯𝘳𝘢𝘺) 𝐦𝐩𝐫𝐞𝐠.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora