Esta historia se puede leer independientemente o puede ser leída como complemento de mi otra historia "El amor es inquebrantable"
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Como dice el título, esta historia será narrada a partir de la perspectiva de las...
La semana había empezado bien, mis compañeros están igual de emocionados que yo por las competencias deportivas. Hoy muchas chicas y chicos se probarán para se parte de los equipos titulares, yo seré la encargada de seleccionarlos.
Conforme el día avanza me di cuenta de que en el instituto hay muchos chicos y chicas a los que les gusta el deporte y son buenos en ello, eso me alegra muchísimo.
Mientras estaba practicando natación con mis compañeros de club una chica, de cabello negro atado en una coleta, se acercó a mi y me dijo que había un chico que quería hablar conmigo acerca de algo, yo no estoy segura si aceptar.
-Está bien, iré allí de inmediato.
Mis compañeros aceptaron que me retire por un momento mientras ellos continuaban entrenando.
Llegué al lugar pero nadie estaba allí, que se supone que haga ahora... Solo falta que esto sea una estúpida broma.
Una suave brisa empezó a soplar, tengo algo de frío, eso me pasa por no cubrirme con una toalla cuando vine aquí.
-Lamento la demora -la voz de un chico se hace escuchar detrás de mi- espero que no tengas frio con esto -él rodeó mi espalda con una toalla y luego se paró delante de mi.
-¿Iruka...?
-Sí, sé que fue algo cobarde que esa chica te llamara pero en verdad yo estaba muy avergonzado.
Un sonrojo se pintó en sus mejilla, yo nunca lo había visto así, el siempre solía ser un chico enérgico y decidido, él siempre estaba seguro de si mismo y verlo así... wow.
-N-no tienes que avergonzarte por ello, la verdad este gesto me parece muy tierno de tu parte.
Ambos empezamos a charlar por unos minutos, nunca nos habíamos dado el tiempo de hacerlo, me dijo un cumplido muy bello "Eres mi sol en un día nublado" parece simple pero estoy segura de que me sacó un sonrojo, para finalizar nuestra charla él me entregó un brazalete dorado con un dije en forma de sol.
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Me lo puso en la muñeca derecha y luego caminamos de regreso a la piscina para continuar nuestro entrenamiento.
Unos días después...
Sus cumplidos y pequeños obsequios continuaban a diario, a veces antes del entrenamiento y otras después, empezamos a conocernos mejor y tengo que admitir que es un chico muy agradable, inteligente y divertido, sabe como sacarme una sonrisa y no puedo olvidar mencionar que tambien es una excelente atleta y deportista, su dedicación es increíble.
Hoy el me invito a salir a trotar por un parque cercano después de las eliminatorias y yo acepté gustosa.
Tal ves y todo lo que sentía por Taro era una simple ilusión, tal vez debería darle una oportunidad a Iruka.
