ADVERTENCIA: ESTA HISTORIA ESTÁ PAUSADA TEMPORALMENTE ‼️
Madara e Izuna son dos empleados de la empresa Konoha.
Hashirama es un trabajador de una fábrica de esculturas y Tobirama un abogado. La vida normal de estas cuatro personas será guiada a una...
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Un hombre castaño de nombre Hashirama, se dirigía a la cafetería "Konoha" Que está ligada con el restaurante del mismo nombre, el jefe era el mismo. El castaño entraba al local el ambiente era tranquilo había pocas personas pues todavía era muy temprano.
Se sentó en una mesa que se encontraba en la terraza del lugar, donde podía sentir la brisa matutina, espero pacientemente a que lo atendieran. En eso se acerca un azabache de cabellera larga sujetada por una coleta, aquel chico lo mira para después preguntar por su pedido.
—Solo será un café negro.
—Está bien.
Entonces el azabache se aleja para llegar a la cocina y servir el café. En unos minutos el café ya había sido entregado al castaño.
Hashirama revisaba su celular mientras tomaba sorbos del café y sentía su amargo sabor recorrer su garganta.
Madara regresó a la cocina donde se encontró a una chica pelirroja que se hacía llamar "su amiga".
—Oye Madara ya vi a quien te tocó atender— la pelirroja lo decía en un tono pícaro —esta guapo porque no le pides su número.
—¡Mito! — Madara se sonrojo por las palabras de su amiga —es solo un cliente, no haría eso.
—Entonces porque te pones rojo.
El Uchiha se percató de su notable sonrojo, se tapó la cara y salió corriendo para el baño. La Uzumaki se río a carcajadas por el comportamiento del menor.
—Si él no se lo pide yo si lo haré. — dijo Mito en un susurró solo audible para ella. Para ser sinceros ella no estaba interesada en el moreno, lo que pretendía era que el azabache conviviera con más personas. Entonces ella se acercó a Hashirama.
—Hola, si no es molestia me podrías dar tu número de teléfono — ella le mostraba una sonrisa sincera.
Por otro lado, Hashirama se sorprendió por la petición de la muchacha.
—Claro, deja lo anotó— en un pequeño papel anotó su número y se lo entregó a la pelirroja.
—Gracias buen día —se despidió con una sonrisa y feliz de haber cumplido con su objetivo.
La Uzumaki regresó con Madara y le entregó el papel.
—De nada.
—Enserio, tu, ¡le pediste su número! — el Uchiha se notaba un poco confundido.
—Claro que sí, tú no te animas té y yo sí, o mira más clientes me iré a trabajar. — Mito salió del lugar dejando al azabache sorprendido y ¿feliz? ¿enojado? Madara no sabía exactamente lo que sentía.
"Que absurdo" Pensó Madara viendo el número escrito en el papel para después aguardarlo en su bolsillo del pantalón.
