Capitulo II

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𝐇𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐒𝐭𝐲𝐥𝐞𝐬

𝘾𝙞𝙪𝙙𝙖𝙙 𝙙𝙚 𝙄𝙗𝙞𝙯𝙖, 𝙀𝙨𝙥𝙖𝙣̃𝙖 𝟯:𝟮𝟴𝙖𝙢

Me costó bastante tiempo poder recomponerme de la pesadilla de hace unas horas. Estas me atormentaban casi todas las noches, pero por alguna razón esta vez había sido mucho más fuerte. Y había removido bastantes cosas en mi interior.

Nos encontrábamos en un bar muy famoso a la afueras de la ciudad. Por fuera este tenia el aspecto de un simple bar en el cual podías ir a tomar un par de copas con tus amigos, pero por dentro era todo lo contrario. Era un club bastante amplio y reservado, muy pocas personas eran capases de entrar. La mayoría allí eran grandes empresarios, mafiosos, traficantes y figuras publicas, nuestro ambiente natural.

Este lugar poseía unas grandes paredes negras, las cuales estaban adornadas con luces de color violeta, la música retumbaba por las paredes. El ambiente estaba repleto de humo, lo que te impedía ver claramente, pero se podían percibir la cantidad de drogas y armas que cada persona poseía.

Niall ya estaba en sintonía con el ambiente, como en la mayoría de las ocasiones. A veces llegaba a pensar que Niall no tenía muy claro cuál era nuestro trabajo en esta banda, el verdadero trabajo. Sus actitudes me hacían pensar que el solo estaba ahí para divertirse, pero a la hora de la acción, él era uno de los más profesionales, por no decir el más profesional. Yo era muy bueno en mi trabajo, nací para esto, esto es mi legado, pero a veces la impulsividad toma el control sobre mí, lo cual no me hace un líder muy viable.

"H, necesito que te ocupes de unos asuntos afuera" - Niall se acercó a hablarme al oído

El vestía una camisa blanca plena, junto con unos skinny jeans negros bastante desgastados, lo usual en Niall. Su cabello ya tenia algunas raíces, lo cual dejaba en evidencia su tono real de cabello.

"Qué tipo de asuntos?" - le respondí en reproche enderezando mi espalda.

"Los hombres de Quiremb, están afuera" - dijo con un movimiento de cabeza, señalándome a esos hombres con la misma - "Quieren invitarte un trago por el contrato que cerraron la semana pasada" - respondió el rubio

"Sabes que no me gusta hacer sociales con clientes" - le dije mientras me acomodaba el cabello, el cual estaba bastante largo. Lo había dejado crecer ya que sabía que mi padre lo desaprobaría, como todo lo que hago.

"No son sociales Harry, solo es una copa" - me respondió frunciendo el seño - "El contrato que firmaron la semana pasada fue muy importante para ambas partes, solo quieren...mostrar agradecimiento" - dijo elevando sus manos en el aire para recalcar entre comillas la palabra "agradecimiento"; gente como esa lo que menos hace es agradecer - "Además hay chicas bastante guapas, ya sabes, podrías entretenerte un poco, has estado muy estrenado últimamente" - Niall me giño el ojo y se alejó de mi lado apresuradamente.

Me dirigí rápidamente hacia el exterior del edificio para cumplir con lo que Niall me había encargado. Este era mi trabajo, y tenia que hacerlo, no podía dejar mal parado a mi padre.

Hablar con esta gente ya me estaba poniendo los nervios de punta. Sabía que si no era lo suficiente astuto para "agradarles" mi padre me lo cobraría. Ellos eran buenos clientes, y muy influyentes en la ciudad.

Las chicas eran una buena distracción, pero no lo suficiente. Planeaba hacerle caso al consejo de Niall y llevarme un par de ellas a casa. Él tenía razón, he estado bastante estresado este último tiempo, y en algún lado debía descargar mi frustración.

De un momento a otro el olor a tabaco se impregnó en mis fosas nasales, ese olor que me hacía recordar cosas que no quería, ese maldito olor que me producía escalofríos. Lo conocía muy bien, jamás me olvidaría de ese olor tan embriagante y destructor al mismo tiempo. Cigarrillos armados.

La terraza de ese exclusivo club no era tan grande como el interior, y las luces no segaban tanto, por lo cual pudo pervivir al portador de ese característico olor.

Era un hombre de cabello marrón, vestía unos jeans negros, no tan ajustados,  junto con una camiseta me mangas largas color blanco. Pero lo que más me llamó la atención fue lo bajo que era.

Desde mi perspectiva podría adivinar que rondaba el metro 70, lo cual significa que le sacaba más de una cabeza. Estaba de espaldas fumando su cigarrillo, pude percibir agobio en el, algo le estaba molestando y yo estaba entrenado para observar ese tipo de cosas.

Fue en ese entonces cuanto me di cuenta .

En el instante en el que se dio la vuelta.

Lo vi.

Era el.

Jamás podría olvidarme esos ojos azules.

Esos que llevaba cinco años sin ver.

Louis Tomlinson.


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Infinity // Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora