III- Vainilla

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¡Hola, chicos! Les recuerdo que los capítulos de este fic son del universo de "Sail away", otro de mis fics (https://www.fanfiction.net/s/9042392/1/Sail-away), y los hice principalmente para que entendieran cómo Starfire descubrió quién era Red X, cómo surgió su amistad y algo más, y cómo Jason se convirtió en un Jóven Titán. ¡Espero les guste!

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—¡Bienvenida a mi apartamento! —mencioné con falsa emoción abriendo la puerta y haciendo una invitación con mi brazo.

—¡Wow, es hermoso! —exclamó con asombro entrando a mi pequeña vivienda en el sexto piso del edificio conformada por tres habitaciones: una cocina, sala y comedor en un mismo cuarto, mi habitación y el baño.

—¿Estás bromeando, cierto? —pregunté enarcando una ceja, analizando si esta chica sólo sabía derrochar alegría como si fuese una niña en una juguetería. Cerré la puerta dando un último vistazo por si había alguien espiándonos y me dispuse a dejar las bolsas del mandado en la barra de la cocina.

—¿Por qué lo estaría? —me cuestionó acercándose.

—Bueno, para empezar tu habitación seguro que es más grande que todo esto, además el lugar está descuidado. Me sorprende que este edificio no se haya derrumbado aun por sí solo.

—Pero sigue siendo tu hogar —dijo así de simple con una tierna mirada—. No importa cómo luzca, cualquier techo es bueno.

—Supongo que tienes razón. Es mejor que vivir en la calle —solté aun extrañado de traerla hasta aquí, de tener compañía. Seguía abofeteándome mentalmente por haberle mostrado mi dirección, por estar siendo tan confianzudo con ella, ¿por qué seguía intentando ser amable?

—¿Quieres un café?

—Sí, me encantaría, creo que la lluvia me hizo sentir frío.

—Oh, cierto, espérame aquí —le dije dirigiéndome a mi habitación. Tomé uno de mis suéteres para ella y aproveché para quitarme el mío pues estaba algo empapado. Me vestí con una playera de manga larga roja y salí de nuevo observando cómo ella se entretenía con una de las tazas vacías que había puesto en la barra que servía como mesa.

—¡Toma, póntelo o te resfriarás! —le ofrecí el suéter de color azul oscuro.

—¡Gracias, Jason Todd! —respondió con una sonrisa, levantándose de la silla frente a la mesa para abrigarse.

—Por favor, sólo Jason.

Me dediqué a encender la cafetera y a poner a hervir la pasta que había comprado en la tienda ya que aún no había almorzado. Ella sólo me miraba de un lado a otro, pendiente de lo que hacía por lo que me puse nervioso. Me sorprendía lo callada que estaba, sin embargo eso me asustaba más, ¿qué estaría planeando?

—¿Quieres que le agregue algo de vainilla a tu café? —cuestioné acercándome con el vaso de la cafetera agregando el líquido oscuro a su taza, luego eché un poco de leche y azúcar.

—¿Vainilla?

—Supongo que sí —agregué, sin responder su pregunta, algunas gotas a su bebida y removí con una cuchara. —Pruébalo, te va a encantar —le acerqué con cuidado la taza humeante.

—¡Huele tan delicioso! —mencionó ella acercándolo a su boca, soplando un poco para no quemarse. Dio un sorbo y sus ojos se abrieron más, sonreí al ver que esta chica se sorprendía por todo. —¡Esto sabe maravilloso, Jason!

—Me alegra que te guste —tomé asiento frente a ella preparando mi bebida. Acerqué la bolsa de compras, saqué una caja de galletas y le ofrecí algunas a ella. Me miró con un brillo en los ojos y comenzó a comerlas, parecía que había olvidado por un momento su tristeza y el objetivo de buscarme. Mejor para mí, no era bueno consolando a las personas.

¡Bienvenido a los Jóvenes Titanes!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora