-¿Todo bien Kat?- preguntó Eddie sacándome de mis pensamientos. Sonreí.
-Claro, todo bien.
-¿Segura?- arqueó una ceja.
-Sí, ¿por qué lo preguntas?- dije cómo si no lo supiera. Pero claro que lo sabía.
Había pasado un mes desde que Sam y yo nos habíamos visto por última vez, y todo ese tiempo sólo había servido para extrañarlo, llorar por las noches y estar totalmente abstraída en mis pensamientos todo el día, lo que Mandy y Sam habían notado de inmediato, y por lo que tuve que contarles todo. Los dos me apoyaron durante mi proceso, pero sabía que estaba rebasando el límite y la paciencia de ambos.
Eddie ladeó la cabeza, lo que me recordó a ese pequeño movimiento que hacen los cachorros cuando te les acercas y comienzas a hablarles.
-¿En serio? - dijo algo serio - Kat, llevas un mes así, distraída, con cara de odio al mundo, ya ni siquiera pones atención en clase. Si sigues así vas a bajar tus notas y tendrás que ir a regularización. Y claro que yo no me quedaré sentado a ver cómo eso pasa - se paró de su asiento en nuestra mesa de la cafetería y se fue.
Nunca había visto a Eddie serio. Él siempre estaba haciendo chistes o mirándome con amabilidad y sonriendo, pero ahora estaba preocupado, lo sabía, y me dolía que eso fuera mi culpa.
Mandy me saludó desde el otro lado de la cafetería y se acercó a la mesa.
-¿Ese era Eddie?- preguntó frunciendo el ceño.
-Sip, ese era él- dije haciendo una mueca.
-Wow- abrió los ojos- jamás había visto a Eddie con esa cara, o irse así de algún lugar, ¿qué fue lo que pasó?
Los ojos se me inundaron de lágrimas. Los cerré y traté de reprimirlas. Respiré y me volví hacia Mandy que estaba jugando con lo que había en su plato mientras me miraba esperando mi respuesta.
Agradecía con el alma que Mandy me diera mi espacio, creo que era su mejor cualidad, saber cuando alguien la necesitaba, pero sin invadir el espacio personal de la otra persona.
-Bueno, él está preocupado por mí. Me dijo que no se sentaría a ver cómo termino mal por culpa de mi ex.
-Bueno, él tiene razón linda, y ciertamente yo tampoco me quedaré sentada a verlo, pero tampoco te voy a dejar sola cuando más me necesitas - esbozó una media sonrisa - lo que tenemos que hacer es sacarte de este trance. Debemos ir de compras, hacerte un cambio de look, divertirnos, conocer chicos y olvidarnos de todo. Siempre ayuda salir con amigos, y ¿qué crees? Tú tienes dos muy buenos aquí.
Sonaba entusiasmada, como siempre, pero esta vez fue reconfortante su entusiasmo. Habíamos pasado tanto tiempo hablando de mis problemas que había olvidado el entusiasmo y la locura de Mandy.
-Bueno, tal vez sólo tenga una amiga ahora- fruncí el ceño e hice una mueca.
-¿Qué? - gritó Mandy - Nena por favor, Eddie no está enojado contigo, no podría enojarse contigo - pronunció lo último acompañado de un guiño
Reí.
Mandy decía que Eddie estaba enamorado de mí, y hasta cierto punto podía notar cierto gusto de su parte, pero en este punto se había convertido en mi mejor amigo, así que no podía verlo de otra manera.
-Vamos - me jaló Mandy del brazo y comenzó a correr.
-¿A dónde? - dije intentando seguirle el paso. Para ser una chica que no parecía muy atlética, claramente tenía mucha resistencia.
ESTÁS LEYENDO
Nada Es Para Siempre
Novela JuvenilKatheryn Lander es una chica estudiosa, amable y algo introvertida. Es buena hija y amiga. Y una increíble novia, según Sam, su novio. Pero el mundo de Katheryn cambia de forma radical cuando su madre muere en un accidente de tráfico y se siente má...