Lando Norris tiene que despedirse, ha terminado la temporada, hay que decirles adiós a todos por un tiempo. Sabe que lo tiene que hacer. Pero lo mas doloroso es despedirse de Carlos, su ahora excompañero de equipo. Mentiría si dijese que no le importo que Carlos fichara por Ferrari, claro que le importo, pero no pudo sentirse mas que contento por él, le venía una nueva oportunidad, Carlos fue mas que su compañero de equipo, es su amigo. Lo va a extrañar, de eso no hay duda, va a extrañar sus bromas, sus intentos de enseñarle a hablar español, las risas constantes de ambos, Lando cambio y creció con Carlos y Carlos cambio y creció con Lando.
No es que no quisiera a Daniel como compañero, pero Carlos se iba y dejaba un vacío muy grande, no solo en el corazón de Lando, en el corazón de todo el equipo, de los fans.
Recordó como ambos rieron cuando por accidente encontraron historias escritas por fans, sobre ambos siendo pareja, recordó cómo se sintió cuando Carlos consiguió ese podio en Brasil, como celebro como suyo ese día, recordó también las palabras de admiración y orgullo de Carlos cuando obtuvo su primer podio, recordó eso y mucho más, eran esos recuerdos que se mantendrían en su corazón.
Como pudo termino la carta que le estaba haciendo, quizás Carlos se reiría de la manera de despedirse del menor, pero era mejor eso que terminar llorando frente a todo el mundo.
El joven de Bristol camino hacia la puerta de su cuarto y deslizo la carta bajo la puerta del madrileño, sabia que estaba en su habitación, así que la leería pronto.
(...)
Era casi medianoche cuando Carlos escucho pasos afuera, creyó que eran del resto de pilotos celebrando el final de temporada, pero cuando miro, observo un sobre blanco en el piso, al abrirlo se dio cuenta que era la letra de Lando, de su compañerito.
Carlos, ni siquiera sé cómo empezar, supongo que decirte adiós no es una opción porque eres mi mejor amigo te voy a extrañar como no imaginas cabrón, recordare todo lo bueno que hemos hecho juntos. Estoy feliz por ti, ahora eres Ferrari, ¿Recuerdas lo emocionado que estabas cuando me llamaste para decir que ya habías firmado? Quizás nunca te lo dije, pero termine de jugar con los chicos en cuanto recibí la llamada, celebre como si el logro hubiese sido mío.
¡Demonios! Estaba tan emocionado por ti, espero que si le enseñas español a Charles sea mucho mejor alumno que yo. Y si, ahora sé que el "helicóptero no tiene bolas". McLaren se va sentir tan solo sin ti, yo me voy a sentir tan solo sin ti. Pero se que llamaras, jugaremos o haremos algo juntos, no nos separaremos para la vida, solo de equipo. No te rías de mi dramatismo, que ya te estoy imaginando riendo. Eres el mejor cabrón, sé que lo harás bien en Ferrari.
Caloooo eres el mejor eh cabrón.
Lando
El madrileño rio al leer las palabras del chico, lo iba a extrañar también hubiera sido mejor que el no la hubiese leído en ese momento, porque ya no volvió a dormir, Carlos no era muy expresivo, pero esa noche lloro igual a las dos noches siguientes de firmar con Ferrari, recordó los momentos con Lando, ese niño que se le hizo muy amable, que le sacaba sonrisas en los peores momentos.
El madrileño no tiene ni idea si se llevara bien con Charles, solo sabe una cosa, no es Lando. Sera extraño no recibir las bromas de Lando.
En ese momento el madrileño, se paro de la cama, tomo lápiz y papel y comenzó.
(...)
Ambos pilotos se dirigían al avión que los llevaría de regreso a Londres, cuando se vieron, Lando corrió a él. Se observaron, Carlos le dio la carta que había escrito, léela cuando estés en casa, le dijo. Sin que nadie dijera algo, ambos se dieron un abrazo fuerte en el que se unieron los demás de McLaren, cuando estuvieron solos, Carlos se acercó, le dio un abrazo que no olía a adiós, olía a una promesa de hasta pronto. Una promesa que ambos sabían que cumplirían, derramaron algunas lágrimas. "No llores por mi cabrón", dijo el madrileño. "Te iré a ver a tu casa un día de estos" dijo.
Ambos llegaron a su destino, cansados pero felices, sabían que no iban a dejar su amistad, si, tal vez estuvieran en otros equipos, pero a pesar de la distancia seguirían siendo amigos.
(...)
El joven londinense llego a su casa, tiro sus cosas en la entrada, fue a la cocina descalzo, abrió el refrigerador y observo que su madre lo había llenado. Recordó agradecerle después. Llego al sofá, recordó el sobre de Carlos. Camino decidido a ir por él.
Abrió el sobre y leyó:
Durante un día de filmación en Austin el año pasado, ¿Lo recuerdas? Pusimos algunos videos en Instagram de nosotros haciendo headbanging con música muy fuerte: dance, techno, house, ese tipo de cosas.Una de las canciones era 'Bonkers' de Dizzee Rascal, y creo que esa es una palabra que podría usar para describir nuestra relación.Es bastante único y difícil encontrar algo así en la F1. ¿Por qué quien es el padre y el hijo de nosotros 2? Ambos, ¿Quién te cuida de tus locuras y te hace calvo? Tu.
¿Sabes cuándo conoces a alguien e instantáneamente tienes un buen presentimiento sobre él? ¿Tienes un sentido del humor similar y te llevas bien de inmediato?Eso es exactamente lo que sentí tan pronto como te conocí. Pero lo que hace que nuestra relación sea aún más especial es que ha sido así a lo largo de nuestro tiempo como compañeros de equipo en el mundo supercompetitivo de la F1.En la pista somos competidores, queremos vencernos, pero siempre hemos luchado de forma respetuosa,Cuando estamos lejos de la pista, nos divertimos mucho juntos.
Te quiero cabrón, obviamente no va haber poder humano que te haga librarte de mí tan fácil. Y sobre todo decirte adiós no es opción,
Carlos
Soltó unas cuantas lagrimas al leer y releer algunas veces la nota.
Termino dormido en el sofá, sosteniendo la nota.
Al día siguiente, después de visitar a sus padres, decidió llamar al madrileño, quien respondió con su ya característica frase.
--Lagoooo -dijo el madrileño
--Caloooo -respondió Lando feliz-
Feliz porque sabía que decirle adiós a su mejor amigo no era opción.
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Use algunas cosas que dijo Carlos en la entrevista con McLaren, no quise hacerlo mas triste porque ya llore haciéndolo jajaja
