Inesperado

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El sábado pasado fue un día poco normal para mí.

Como todos los sábados me levanté temprano para ir a clase de inglés. Tomé una ducha, me vestí con jeans, Vans y una blusa manga larga color verde.

Una vez que estaba lista, fui a tomar el autobús para ir a clase.

La primer cosa rara en mi día pasó cuando me subí al autobús, no había lugar para sentarme, entonces me fui de pié pero un joven se levantó y me dijo:

"Tome el asiento usted"

Aclaro algo: nunca nadie había hecho eso por mí, normalmente soy yo la que da el asiento (a señores mayores, embarazadas o mujeres con niños en los brazos).

Me senté y le agradecí el gesto tan caballeroso que tuvo conmigo.

Luego de una hora llegué a la escuela y comenzaron las clases.

Cuando salí de clases, volví a tomar el autobús de vuelta a casa. Al cabo de media hora recibí una llamada de mi papá, en la que decía:

"Hija, tu mamá está en la escuela y yo estoy cuidando a tus hermanos en el parque. Comeremos aquí, por si nos quieres acompañar"

El autobús iba exactamente a mitad de camino y tomé una decisión poco común en mí: decidí bajar de él y tomar otro de vuelta al parque donde mi papá estaba.

Llegué al parque, pero fui más allá, hasta el centro comercial que está junto al parque, porque ahí estaba mi papá comiendo. Me senté con ellos y comí. Luego de eso mis hermanos quisieron ir al parque de nuevo y yo gustosa acepté, porque quería rentar una bicicleta para ir a pasear.

Cuando le dije a mi papá que rentaramos bicicletas, él me dijo:

"Tus hermanos y yo ya hemos hecho eso"

Entonces le dije:

"Bueno, no me importará ir sola... ¿Por favor?"

Mi papá aceptó y me dio el dinero que necesitaba. Fui, renté la bicicleta y comencé a pedalear.

Era un día muy hermoso, o al menos, era un día hermoso para mí. No había sol, estaba nublado y fresco, además corría un poco de viento; el clima perfecto para mí, pero mi cabello no estaba de acuerdo con eso.

Me coloqué mis audífonos y puse en repetición una nueva canción, que había descargado el día anterior, llamada "Weekend" de Priory (ironía de la vida que fue el mejor fin de semana que tuve, en meses).

A medida que pedaleaba, el viento revolvía mi cabello mientras yo observaba las personas y disfrutaba de la paz de estar unos minutos a solas. Cuando estaba observando, reparé en un grupo de seis chicos sentados en el césped junto a la ciclovía, algunos de ellos eran lindos y supongo que eso hizo que les dedicara más atención que al resto de los individuos que estaban ahí, aunque no los observé por mucho tiempo porque seguía avanzando y se vería algo obvio detenerme sólo a mirarlos.

Continué avanzando a un ritmo un poco lento para mi gusto, pero en realidad lo disfrutaba y aún más por la música de fondo que tenía, era como si estuviese en una película o algo así.

Cuando estaba por llegar al final del camino, comenzaron a rebasarme varios chicos en bicicleta por los dos lados, me quedé pedaleando en línea recta.

Todo sucedió muy rápido, uno de los chicos chocó contra mí por el lado derecho y perdió el equilibrio. Yo traté de poner los pies en la tierra para detener la inminente caída pero de nada sirvió, el chico y su bicicleta eran demasiado pesados e hicieron que mis piernas se doblaran. Los dos caímos al suelo y él cayó sobre mí al igual que su bicicleta, yo grité de sorpresa y dolor al mismo tiempo, los chicos que nos habían pasado lo notaron y se detuvieron. Luego vinieron a ayudarme a levantar y fue ahí cuando lo noté: eran los chicos lindos que había visto al comenzar el paseo.

Una chica experimentando la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora