capitulo 13

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-y-yo... - se limitó a decir algo mas y apegó su rostro a mi pecho... comenzó a llorar, no quise decirle palabra alguna, así que solo la abracé por la espalda. Quedamos en silencio total, de a poco sus lagrimas cesaron, pero aun sentía su cuerpo temblar.

-¿te encuentras mejor? – susurré, a lo que ella respondió asintiendo con su cabeza – ¿quieres hablar de lo que sucede? – respondió negando con su cabeza aun apegada a mi pecho.

No quise presionarla, estuvimos así un buen rato hasta que se quedó dormida, la recosté de forma cuidadosa y la abracé hasta quedarme dormido también.

Narra Mei:

Desperté en un futón que no era el mio... miré a los lados, pero no había nada, ¿Qué pasó? Intenté recordar y al hacerlo se vino abajo mi humor...

-maldita pesadilla – murmuré para mi. Me giré y sentí un fuerte olor muy conocido... espera... este olor es de... ¿Tsukishima? Abrí los ojos como plato y me levanté, pero no había ningún rastro de él, ohh ahora me acuerdo bien... - que vergüenza – tapé mi rostro con mis manos.

-¿ya despertaste? – Tsukishima entró por la puerta.

-¿no sabes tocar?

-discupa... ¿estas mejor?

-¿Por qué no habría de estarlo? – ya se a que se refiere, pero no quiero hablar del tema, por ahora no.

-solo preguntaba... bueno, ya sabes... - desvió su mirada mientras se rascaba la nuca.

-ah... y-yo prefiero no hablar de eso...

-entiendo...

-¿tu estas mejor? ¿se te quitó la fiebre?

-esta todo bien, gracias... por preocuparte de mi...

-me alegro – sonreí – ahora...

-¿Qué?

-pues necesito cambiarme de ropa...

-oh – un leve sonrojo se le hizo notar – te dejo, voy a guardar algo de desayunar para ti.

-gracias

Salió, yo busqué mi ropa, me fui a duchar rápidamente y me fui a la cafetería, al llegar y ver mi bandeja con el desayuno, había una nota que decía "mas te vale no dejar ni una migaja" es tierno... a su manera, después de comer fui rápidamente al gimnasio, por el momento solo estaban practicando remates, me fui a sentar con el entrenador.

-buenos días – le saludé.

-buenos días mei, ¿Qué tal la noche?

-todo bien – le sonreí, pero al mismo tiempo me sonrojé al recordar lo que pasó durante la noche.

-Tsukishima se ve en forma, al parecer lo cuidaste bien – sonrió viendo como remataban los chicos.

-el tiene buenas defensas – miré donde estaba y al parecer él también me estaba mirando, los dos desviamos la mirada al mismo tiempo.

En un rato mas van a tomar un descanso para después comenzar con los partidos, asi que ire a llenar sus botellas con agua. Me dirigí al baño y llené las botellas, pero después no tenía idea de como llevar todas las botellas en mis brazos, intente llevarlas, pero saliendo del baño se me cayeron, sentí a alguien detrás mio.

-deja te ayudo – era tadashi.

-no te preocupes, ve a entrenar.

-tranquila, no me molesta – sonrió – además vamos para el mismo lugar.

Mi verdadero ser (tsukishima kei)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora