Luego de que el pelinegro volteara la misma pila de revistas por tercera vez, Minho decidió intervenir.
—Changbin-ah— el menor se volteó ante su llamado—. ¿Qué sucede? Si sigues dando vueltas por la sala le harás un agujero al piso, y te aseguro que ni a Seungmin ni a mí nos hará gracia limpiar el desastre.
—Ah, Minho hyung. No es nada grave— se llevó la mano a la nuca y Minho supo que mentía. Changbin siempre hacía ese gesto cuando ocultaba algo—. Perdí mis lentes de lectura y los necesito para revisar la pista de una canción que hizo Jisung.
El pelirrojo tuvo que morder el interior de su mejilla para no reírse de la situación. ¿De verdad Changbin no se había dado cuenta?
—Entonces, ¿necesitas ayuda?— una media sonrisa traviesa le pintaba las facciones, pero el más bajo no pareció percatarse de aquel detalle—. Puedo darte una mano, si gustas.
—Ah, gracias Min-
—Pero— alzó su mano y sacudió su índice frente al rostro del pelinegro—, si te ayudo a encontrar tus lentes, ¿me darías un beso a cambio?
Como esperaba, Changbin bufó a la par que rodaba los ojos. Se dio la vuelta con algo de hastío.
—Olvídalo. Le pediré ayuda a alguien más.
—Te recuerdo que sólo estamos tú, yo y Felix, el cual está durmiendo muy plácidamente su siesta, en el apartamento— le recordó el mayor y Changbin quiso darse un tope contra la pared. Sabía lo que eso significaba—. Así que, a menos que desees lidiar con el malhumor de Lixie por despertarlo, o quieras esperar al menos tres horas para que Chan se desocupe y te ayude, tu única opción soy yo.
Harto de la situación, Changbin se masajeó el puente de la nariz antes de acortar los pasos que lo separaban de su mayor, quien tuvo que bajar ligeramente el rostro debido a su diferencia de estaturas.
—Acabemos con esto— murmuró antes de tomar al contrario por la cintura y estampar sus labios con los ajenos por una fracción de segundo—. Listo, ahora ayúdame con mis lentes.
—¿¡Eh!? ¡Eso no fue un beso! ¡Changbin!— lloriqueó Minho aferrándose a los hombros contrarios, haciendo pucheros y zarandeando de un lado al otro al menor—. ¡Dame un beso real o no te ayudaré!
—Hyung...
—Changbinnie... por favor— abultó sus labios y puso su mejor mirada de súplica, haciendo que las mejillas de Changbin agarraran color. No podía resistirse si se ponía así; así que, de nuevo, juntó ambas bocas, moviéndose esta vez con suavidad y afianzando su agarre sobre aquellas estrechas caderas.
Por su parte, Minho cerró los ojos y acarició la nuca del menor, dejando que sus lenguas se encontraran y tenues suspiros brotaran de su garganta a la par que la temperatura de su cuerpo se elevaba. Se separaron segundos después con un chasquido y, al momento de hacerlo, tomó algo de la camiseta de Changbin en un movimiento ágil que el otro no percibió.
—Bien— los labios de este estaban rojos y brillosos cuando volvió a hablar—. ¿Está contento, hyung? ¿Ya me va a ayudar?
—Claro— con una sonrisa felina de oreja a oreja levantó la diestra, revelando unos armazones negros redondeados. Aquellos anteojos perdidos—. Ten, de nada.
—P-Pero, ¿dónde estaban?— Changbin tomó lo que el otro le tendía con confusión pintando sus facciones.
—En el único lugar donde no revisaste: el cuello de tu camiseta— Minho se partía de risa ante la reacción del otro. Molestarle era su pasatiempo favorito.
Bueno, eso y aprovechar cada oportunidad que tenían para pedirle besos.
—Ahora, querido— tomó la mano de Changbin y la llevó hasta su entrepierna, donde un pequeño bulto asomaba—. ¿Me ayudarías tú con mi problema? ¿Mh?
Y aunque el rostro ajeno se tiñó de todos los tonos de rojo, no protestó cuando el contrario lo fue empujando lentamente hasta su habitación, cerrando la puerta con seguro y haciendo un gesto de silencio para evitar despertar al pecoso.
Oh, al diablo, pensó Changbin, la canción puede esperar.
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glasses 「minbin」 ✓
Fanfic| "si te ayudo a encontrar tus lentes, ¿me darías un beso a cambio?" o, donde changbin es distraído y minho un oportunista. drabble 0.6k palabras