-La mayoría se preguntará, ¿que hacemos aquí?- dice el duque Phillips.
El calor está siendo aún más molesto al momento del anochecer, aún así llevo los vellos de punta por los nervios. Solo lucho por contenerlos hasta que pase la humillación.
La frente en alto siempre, Elissa.
Vincent volvió y me encontró con Mirari, creí que se molestaría pero en lugar de eso, la obligó a mejorar mi aspecto. Arregló mi maquillaje, mi cabello, y cambié mi vestido negro por solo mi vestido interior y la vieja capa de mi padre, no olvidemos mi corona.
Vincent quiere humillarme como nunca, y sé que lo logrará. Ni siquiera pude ver a mi madre o alguien más antes. Mi esposo se encargó de traerlos a todos aquí para un anuncio, solo mi dama de compañía sabe que lo que está a punto de hacer. Y claramente el duque Phillips, sé que no podría estar más feliz por esto.
-Los convocamos para hacer un anuncio con respecto a su reina- continúa- Por favor, majestad.
Mi entrada.
Mirari suelta mi mano, la cual uso para levantar un poco mi vestido y no pisarlo, la otra que llevo tomada del brazo de Vincent solo me obliga a apresurar el paso a los escalones de la tarima.
Justo en la puerta del frente, igual que donde despedimos a mi hermano hace meses.
Miro a todos, el duque Alaric, mi madre, sus damas de compañía, el duque Stewart, y otros más que no terminaría de nombrar. Todos ellos parecen tranquilos, no creo que esperen esto. La ultima vez que hicimos un anuncio aquí fue para decir que estaba esperando a mi primogénita.
Vaya decepción se van a llevar.
-Seré yo quien les informe que su querida reina Elissa- dice esta vez Vincent-Mi esposa- siento que voltea a verme pero no dejo de mirar al frente- Me ha traicionado.
Todos se ven sorprendidos, los murmullos comienzan e incluso algunos insultos.
-Se ha dejado llevar por el camino del pecado, asesinó a nuestra propia hija- su voz suena quebradiza- y ha sido una adultera.
Me tomo la libertad de ignorar todo lo que escucho salir de su boca y solo mirar a un punto fijo al frente.
Nada de lo que dice es cierto, y no importa porque de todos modos van a creerle a él. Quien no lo haga sabré que siempre me fueron fieles, pero no van a hablar, y espero que no lo hagan si quieren conservar la cabeza.
-...lo cual será destituida de su cargo- termina mi rey.
-¡No!- escucho que grita mi madre- Ella es la única heredera al trono de Francia. ¡No puedes destituir un cargo que no te pertenece!
-¿Quisiera la intervención del Vaticano, reina Marie? A su hija ya no le pertenece Francia, y a usted tampoco-grita Vincent- Estoy muy seguro de que los castigos por adulterio son mucho más graves que la destitución del cargo que lleva su hija.
Giro a ver a mi madre, por un momento hacemos contacto visual. Intento negar lo más discreto posible y con la mirada darle a entender de que es mejor así.
-Aquí frente a todos ustedes su reina les pedirá disculpas- dice el duque Phillips.
Doy un paso al frente, pero antes de poder decir una palabra, soy interrumpida por Vincent.
-De rodillas.
Hago lo que pide, lentamente de pongo de rodillas y doy una mirada a todos los presentes.
-Alguien me dijo que hay una diferencia entre pedir perdón y pedir disculpas. Espero que ustedes también la sepan-digo un poco más bajo esto ultimo- Así que sí, mis disculpas a todos; por no poder ser la reina que esperaban, por nunca decir lo correcto, por tener ideas propias, y por tener sentimientos por alguien más que no es mi esposo. No vale la pena que sepan todo lo que sucedió para que no pudiera sentir más que odio por su rey, varias mujeres aquí comprenderán que no importa lo que diga no van a creerme.
Tomo la corona y la dejo caer al suelo, justo frente a mi. Al mismo tiempo que tomo el nudo de mi capa a la altura de mi cuello, y comienzo a deshacerlo. Dejo caer esta al suelo y quedo solamente en mi vestido interior blanco.
El ultimo rayo de sol se refleja en mi dando una enorme sombra en el suelo. La grandeza que aspiré algún día es igual a ella, pero ahora solo me siento pequeña e indefensa ante todos aquí.
La sombra de Vincent se acerca a mi y puedo ver como desenfunda su daga.
-¡No!- grita mi madre pero es detenida por dos guardias de inmediato-¡Elissa!
Los gritos de mi presagio...
-Estaré bien, madre- murmuro aunque sepa que no logra escucharme.
Jala de mi cabello con fuerza y siento como corta un mechón.
-¡La humillación publica es el castigo de su reina por adulterio!- dice el duque Phillips.
Vincent va cortando más de mi cabello, mechón tras mechón.
Después de que siento que casi no llevo cabello encima, de los gritos de mi madre, y de Mirari intentando no mirarme, Vincent me ofrece su mano.
No la tomo, me levanto por mi misma y me giro de lado a la multitud para poder verlo de frente.
Al hacerlo me mira con sorna.
-¿Crees que logres conquistar a otro hombre con ese horrible aspecto?- se burla.
"Respóndele" por alguna razón la voz de mi padre se hace presente en mi mente.
Responde, Elissa.
-Conquistaría a tus amantes si así lo quisiera- murmuro para que solo él escuche.
"Llévate bien con el cielo y el infierno" la voz de Keith parece incluso estar junto a mi.
-Ahora también eres ese tipo de pecadora, ¿por qué no me sorprende?
"Provócalo" de nuevo la voz de papá.
Sé que puedo hacerlo. Que todos vean de lo que es capaz.
-Que no te sorprenda si las personas me aman por lo que soy, tú no lograrías conquistar a una sola mujer si no tuvieras el "rey" por delante de tu nombre.
Su puño termina en mi mejilla haciéndome caer al suelo de la tarima.
-¡ELISSA!- gritan mi madre y Mirari.
Mi madre está llorando, casi sin estar de pie, siendo sostenida por ambos guardias. Llamando mi nombre con las mejillas empapadas.
Mirari siendo abrazada por el duque Alaric, quien parece rehusarse a mirar al frente. Mi dama de compañía ha comenzado a llorar también.
-Prepárense que su reina será ejecutada al alba- dice Vincent-Y ellas estarán en primera fila viéndolo- señala a mi madre y a Mirari.
-¡Fuera de aquí!- grita Phillips.
Todos hacen lo que pide, se ven asustados, espero haber logrado mi propósito provocando a Vincent. Si los nobles no ven de lo que es capaz, el golpe habrá sido en vano.
Mi madre no deja de gritar siendo arrastrada por los guardias, al igual que Mirari por su esposo.
Intento ponerme de pie, pero al no lograrlo Vincent toma mis muñecas pegándome a él.
-¿Estas lista para morir?
-Voy a esperarte con ansias en el infierno- digo escupiéndole la sangre en mi boca.
-Deja de provocarme o haré que inocentes pierdan su cabeza y todo será tu culpa.
Una risa amarga sale de mi boca-La que única perdió la cabeza soy yo, y de eso ya hace mucho.
-¿Por qué nunca admitiste que no podrías con esto sola? Te lo dijeron, eres inestable para reinar sola.
Niego-No lo era hasta que comenzaste a poner trabas en mi camino. Todo esto es tu culpa pero nadie me escuchó, y todos los que vieron lo que acabas de hacer, la única razón de que no van a decir nada ahora es porque eres el rey y te temen.
-Mejor temido que amado. Es lo que te da poder.
-Los rumores se esparcen rápido por aquí- frunzo el ceño-Ruégale a Dios que cuando nadie te tema por ser un hombre viejo y enfermo; alguien se compadezca lo suficiente para ayudarte.
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Perfecta creación
Historical Fiction¿Eres fiel a tus ideales o a tu rey? ¿Qué soportarías para proteger a los que amas o incluso a ti misma? ¿Hasta donde llegarás antes de romperte en mil pedazos? Sara, una mujer que vive en 1912 se encuentra encerrada en un manicomio relatando su vi...