Capítulo 12

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Dí mi nombre (cap 8: éxtasis) - Rosalía

Omnisciente Pov

Camila se sentía algo incomoda durmiendo con su amiga aun, sobre todo esa vez en particular. Se les había hecho costumbre dormir juntas, siempre en la misma posición. La cabeza de la ojiverde en su pecho con su mano rodeandola por la cintura y las piernas enredadas. Lo que le incomodaba de aquella vez, era que el camisón de Lauren se le había levantado hasta la cintura, de manera tal, que su pierna quedaba entre la de la menor. Lo incomodo era sentir el fluido caliente de su amiga manchar su muslo. Sabía que no le había bajado, puesto que según ella no era la fecha todavía, y era imposible que se hubiera adelantado su periodo. Lo peor era que ella estaba completamente despierta.

Lauren por otro lado estaba en su propio mundo, el mundo del sueño. Se besaba con Camila como si no hubiera un mañana. La morena mordisqueaba su labio inferior con cuidado, comenzó a bajar sus besos por su cuello mientras que ella paseaba sus manos por sus hombros. La morena apretó su culo por debajo de sus shorts, la recostó delicadamente sobre la cama y comenzó a acariciar su cintura. En un abrir y cerrar de ojos, ya tenía la lengua de la mayor penetrándola rápidamente. Sentía las lamidas en su clítoris, parte de su cuerpo que ni siquiera sabía a ciencia cierta que existía. Los gemidos comenzaron a hacerse presentes en la habitación.

Camila acarició su entrada con la yema de sus dedos. Sentía perfectamente cada toque, como se mojaba cada vez más, le encantaba, y no quería, ni pensaba, parar. Introdujo dos dedos sin previo aviso. Levantó su mirada y ella se sintió casi desvanecer cuando la morena arqueó los dedos dentro suyo mientras la miraba penetrante. Tocaba perfectamente su punto dulce, tanto que no lo resistió y terminó por correrse.

Lauren.—Camila acariciaba su mejilla intentando despertarla. La menor gemía su nombre bajito con un tono cargado de exitación. La humedad entre sus piernas no ayudaba, y su amiga ya se había dado cuenta realmente de lo que estaba sucediendo.

Ahh...—Sin darse cuenta comenzó a frotarse sobre el muslo de la morena. Tal vez si fuera su novia, ya la hubiera despertado con besos en el cuello para hacer su fantasia real.

—Lern.—Acarició su cabello.

Camz...

Dime, Lolo.

Yo... ah, dios.—La menor no podía hablar, entre balbuseos al menos se le entendía algo. En ese momento abrió los ojos y se encontró con los marrones—Perdón, CamzLa humedad entre sus piernas se había incrementado, y ambas lo notaron—No controlo mis sueños.

¿Qué soñaste?Se removió un poco incomoda y el contacto entre el muslo de la morena y su sexo se perdió.

No lo sé, pero creo que te incomodé.

No, está bien. Creo que estabas teniendo un sueño húmedo.La ojiverde se sonrojó.

Yo no quería, Camz, te lo juro.

Cuéntame, estabas soñando conmigo, así que lo mejor sería que pudiera cumplir tus fantasias. Sin compromisos.La ojiverde se quedó en shock.

Tú vas a juzgarme.

Nos conocemos hace meses, Lern. Sabes que no voy a hacerlo, si simplemente no quieres está bien por mí, pero ya estás mojada y exitada.Escuchar aquello salir de sus labios mandó una descarga electrica directo a su centro.

Yo... puedo resolverlo sola.

Tengo un vibrador que...Lauren entró en panico.

Secretos que no deben guardarse [CAMREN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora