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Ocho de la noche,era la hora de su despedida de soltero. Estaba emocionado se casaría con esa mujer que lo había hecho volver a amar después de la ruptura con Danna. Esa castaña la cual amaba, pero no deseaba volver a amarla otra vez. Se habían lastimado mucho y no quiso luchar más por algo que estaba roto.
Dos años bastaron para darse cuenta que Chiara era la indicada, a solo una semana de su boda lo hacía sentir nervioso. Chiara, por una parte decidió hacer una fiesta para despedirse de la soltería, mientras que Jorge optó por estar en su departamento. Él no era un hombre de fiesta, siempre ha sido así.
Decidió recostarse en su cama para encender la televisión, pero el sonido de su puerta hizo que cambiara de planes. Abrió la puerta encontrándose con aquellos ojos café que hacía más de dos años que no veía, o al menos en persona, a pesar de no querer verla siempre buscaba la manera de al menos ver una de sus fotos.
-¿Qué haces aquí Danna?-No podía creer que ella estuviera allí, ¿no se odiaban?
-Quizás está vez sea la última vez que tú sepas de mí.-Habló ella entrando a su departamento. Inmediatamente el aroma de su perfume inundó sus fosas nasales, ese olor a frescas dulces de cada noche a pesar de tener a Chiara extrañaba.
-¿De qué estás hablando?-Cerró la puerta aún sin entender.
-¿Qué nos pasó, Jorge?-Lo miró directamente.
-¿Por qué me preguntas eso después de dos años?-El pelinegro no entendía el porque de esas preguntas misteriosas y el porque de su actitud hacia él. Por lo general las ex novias quieren matarlos, pero eso no sucedió con él.
-No sé.-Se acercó a él.-Sin ti la luna ya no brilla igual.-A Jorge siempre le gustaba que Danna le hablara bonito, pero, ¿por qué estaba ella ahí? ¿Por qué le decía cosas bonitas?
-Danna...-Demandó.
-Quiero que sepas que escuchó tu voz.- Acercó su rostro al del pelinegro.-Y que vivo extrañándote.
-¿Por qué me dices esto después de dos años?
-Porque te amo.-Rozó sus labios con los del él.-Sigo amándote como desde el primer día y no puedo olvidarte por más que quiero.
-¿Y Alex?-Dijo viendo sus labios.
-Le quiero ,pero no lo amo.
-Sus fotos dicen lo contrario.-Se separó al instante.-Esa era una de las cosas que más a él le dolía, verla con otro, pero tampoco era egoísta sabía que eso algún día pasaría.-Por favor vete ,Danna...-Se giró pero la castaña lo tomó del brazo.
-No me iré.-Negó.
-Danna si mi prometida viene...-Ella lo interrumpió.
-No pienses en eso, Jorge.-Negó con dolor al oír "mi prometida"
-Me voy con una condición.-Danna lo pensó mucho y decidió.
-¿Cuál?
-Hazme el amor, como la primera vez.- Él pelinegro se quedó viéndola,¿debería acepta esa proposición?-Por favor.-Se acercó nuevamente para rozar sus labios con los de él. Él también la necesitaba, también la extrañaba. En respuesta él la beso salvajemente provocando un leve gemido de su parte. Caminaron a ciegas hacia la habitación, dejando a la castaña sobre la cama. Se despojó de su ropa hasta quedar en bóxer y quitó la ropa de la chica hasta que quedara en ropa interior.
-No te recordaba así.-Dijo en voz ronca.-Esos lunares de tu piel me encantan.-Besó cada uno de ellos.
-Te amo.-Susurró.