Capítulo 1
—¡Ni una sola carta!
Andrea recorría la luminosa sala de estar de un lado a otro intentando calmarse, había pasado un mes desde que se había despedido de Harry y no había recibido ni una de sus cartas de vuelta. Andrea comenzaba a preocuparse. ¿Qué pasaba si le había pasado algo y ella no llegaba a enterarse?
Andrea había hablado de ello con Ron y Hermione, y sabía que ella no era la única que no había recibido noticias de Harry. Andrea comenzó a mover el collar de un lado a otro al mismo ritmo que caminaba.
—Tranquilízate Drea—murmuró su padre que estaba sentado en uno de los sofás con El profeta en la mano. Levantó la vista del periódico y siguió con la vista el recorrido que hacía su hija al pasar en frente de él.
—Lo intentó—exclamó Andrea soltando el collar y agitando las manos—pero no puedo.
Su madre leía un libro al lado de su padre, dejó escapar un largo suspiro viendo lo nerviosa que podía ser su hija.
—Andrea, dentro de dos días te vas a casa de Weezebil.
—Weasley—corrigió Andrea sin pararse a hablar con ella.
—Eso—continuó su madre con calma—te vas con ellos todo lo que queda de verano y seguramente veas a Harry—dejo el libro sobre el sofá y se levantó—¿podemos disfrutar de los últimos días que tenemos juntos antes de que empieces el curso relajados?
Andrea paró de golpe y respiró. Su madre tenía razón. Seguramente consiguieran contactar con Harry desde la madriguera. Le sabía un poco mal pasar el verano alejada de sus padres, pero ella no había tenido opción. Su padre tenía como él llamaba, "un importantísimo viaje de negocios" y se había negado completamente a llevar a Andrea y a Bruno a Estados Unidos. A pesar de que Andrea siempre había querido ir.
Bruno al saberlo, se había marchado con su mejor amigo, Adrian Pucey, dejando a Andrea sola en la casa.
Andrea decidió que caminando de un lado a otro por la sala no iba a solucionar nada, y como sus padres no parecían tener ganas de hacer nada, se marchó a su cuarto para preparar el equipaje.
Entró en su dormitorio pensando que le podía haber ocurrido a Harry para no poder contestar sus cartas. Todo coincidía con que hoy era el cumpleaños de Harry y Andrea le había mandado comida y un regalo que esperaba que al menos le hubiera llegado.
Andrea sacó a rastras el baúl de debajo de la cama y lo abrió, allí ordenadas su madre había dejado las túnicas del colegio que a Andrea le valían del año pasado al no haber crecido casi nada.
Sacó la ropa del armario y comenzó a meterla lo más organizado posible. Cuando colocaba el jersey que le había regalado la señora Weasley el año pasado sonó un fuerte «crack» y sobre su cama apareció un pequeño elfo.
La pequeña criatura que yacía en la cama tenía unas grandes orejas, parecidas a las de un murciélago, y unos ojos verdes y saltones del tamaño de pelotas de tenis.
—¿Qué narices...?
—Señorita Bletchley, Dobby ha venido a advertirla—dijo con voz aguda.
—¿Dobby?... ¿Advertirme? —pronunció Andrea desconcertada sin apartar la vista de la criatura con las manos todavía en alto sujetando el jersey.
—¡Sí!... y pedirla que evite el regreso de Harry Potter a Hogwarts—respondió agitando la cabeza energéticamente—no deben volver al castillo...
—¿Harry? —preguntó Andrea más confundida.
—Sí, Harry Potter, mi amo trama cosas...Vuestro nombre y el del señor Harry Potter salieron en la conversación. Dobby debía de avisarla...—pero el elfo enmudeció de repente como si alguien le hubiera echado un hechizo silenciador.
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Andrea Bletchley y la cámara de los secretos ☆
FanfictionDespués de haber superado su primer año con éxito, Andrea se prepara para volver a Hogwarts de nuevo. Una cosa tiene claro, va a matar a Harry en cuanto lo vea por no haberle enviado ninguna carta en todo el verano. //Segundo libro de la saga //GOLD...