𝐒𝐀𝐍𝐈𝐓𝐘 𝐈𝐍 𝐋𝐎𝐕𝐄 [Yᴀᴋᴋᴏ Wᴀʀɴᴇʀ×Lᴇᴄᴛᴏʀᴀ]

𝐒𝐞𝐠𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨 4

— Así que, ¿cómo te llamas niña?

La femenina le miró de reojo, buscando de alguna manera no ser grotesca al responder.

— ___________.

— Ja, que bonito.

Ella rodó los ojos, se sentía molesta e irritada. Sin ningún motivo, pero en cerio que no sentía un buen humor, pues, por más que lo deseará, no lo conseguía.

— El mío es Gerson. — le sonrió — pero puedes decirme Ger.

— Te diré Gerson.

— Ah...muy bien, no importa. No me molesta... — tanteó en su incomodidad, tomando un ligero respiro para pensar. Despejando el hecho de que, la femenina no parecía querer compartirle otra faceta más positiva —   ¡Hay vamos! ¡anímate!, te daré un puesto en el elenco de música. ¿No te emociona?

No respondió.

Simplemente desvío la mirada, soltando un suspiro desconfiado.

— ¿Qué no se supone que los Toons solo actúan? no pueden estar en otro lugar que no sea el escenario. — argumento sin mostrar expresión, solamente mantenía su ceño fruncido.

— ¿Es en serio? ¿Tú también?, ya estás igualita a Nora.

— ¿Nora?

— Si, la que tiene mayor control por sobre las producciones del nuevo Reboot. Ella piensa que los Toons no tienen porque involucrarse en otras actividades, pero yo no lo veo así — se encogió de hombros — al contrario, creó que si se les dará la oportunidad, Podrían demostrar un gran potencial, justo como el que tú tienes.

Entre abrió los labios, quizás hubiera opinado algo contra eso pero, no lo hizo. Guardó sus palabras.

— ¿Qué pasa? ¿Se te borró la lengua? Jajaja.

— Fue un pésimo chiste.

— Si, ya lo sé...pero vale el intento ¿no?

Gerson era toda la contradicción de lo que ella tenía en mente de los humanos, era positivo, sonriente, pésimo comediante, pero sobretodo: no se rendía tan fácil. Eso se notaba a millas.

De cierto modo, le agradó esa parte de él.

Llegaron al edificio B12, en el cual hicieron una parada en los camerinos para que la chica logrará quitarse esa ropa mojada, y de paso ponerse algo menos infantil.

Cambió ese vestido y moño en su cabello, por otro menos incómodo y más flexible, al menos ya no se sentía como una adolescente vestida de niñita de preescolar.

— Oye ¿Y el moñito que tenías? — consultó Gerson fingiendo desilusión, la menor alzó los hombros.

— Era muy infantil ¿no lo crees?

— Pero admite que te veías graciosa —  sonrió de lado, burlándose de la mueca molesta de la chica.

Prosiguieron a ir detrás del escenario, no habían personas cerca, así que pudieron cruzar la zona libremente.