Permíteme Tocarte >Mirage x Crypto< #1

Acepto

Decidí publicar más rápido porque antes los dejé esperando mucho jajsjsjsjs Por cierto, no quedan más de 5 capítulos para el final 👀

Gracias por sus comentarios y su apoyo ♡♡

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Era el mismo día, unas horas después. Altas horas de la noche. Yo estaba mirándome en el espejo de la habitación, ¿por qué? Eso ni yo lo sé. Estaba con pijama, hace poco Mirage me lo había puesto para pronto dormir. Veía mis piernas, analizándolas, doblé mis caderas para ver mi trasero. Me entró la curiosidad de saber porqué a Mirage le gustaba, no me veo para nada apetecible.

-- ¿Qué te ves? --preguntó Mirage, desde la cama acostado.

-- Sólo me veo.

Seguí viendo mi parte trasera, moviendo de aquí para allá las caderas. Luego volví a estar recto y me concentré en mis curvas. Puse mis manos en mi cintura, comparándola con el ancho de las caderas.

-- Oye, ¿de verdad te gusta tener sexo conmigo? --pregunté inesperadamente.

Miré a Mirage, y él se sorprendió por la pregunta, pero luego rió un poco.

-- ¿Por eso te estabas viendo tanto? --Mantuvo una expresión burlona--. Claro que me gusta. A decir verdad, sólo tú me excitas ahora.

-- Pff, sí claro --Fui acercándome a él, a la cama.

-- Te lo digo en serio --dijo, viéndome subir a la cama, me acosté a su lado--. Ya no puedo masturbarme sin pensar en ti.

-- ¿Ni siquiera viendo porno?

-- Si es de nosotros, sí.

-- Nunca tendrás un video porno de nosotros.

-- Eso dices ahora --burló.

Con una sonrisa divertida, moví su cabeza con mi mano, no con fuerza. Nos acomodamos en la cama, tapándonos, quedando de lado, mirándonos. A los segundos, sentí la mano de Mirage, que acariciaba mi cintura por debajo de la remera.

-- Tener sexo no es lo único que me gusta hacer contigo... --dijo, con calma--. Aunque sí es lo que más me gusta --Rió.

-- Tú siempre arruinas las escenas --Sonreí--. Eres un caliente.

-- Hace poco te masturbé en los baños públicos así que no soy el único caliente.

-- Me lo pegaste tú.

Mirage se rió, y de a poco dejó de hacerlo, y volteó su cuerpo, para mirar el techo. Lo miré confundido.

-- ¿Qué pasó? --pregunté.

-- ... ¿Hace cuánto te enamoraste de mí?

Me sorprendió su pregunta. Me tomé unos segundos para responder, pues no me acordaba muy bien.

-- No fue mucho después de empezar el trato. ¿Dos meses serían? Me gustabas desde antes la verdad, incluso antes de entrar a los juegos.

-- Espera ¿qué? ¿Lo dices en serio?

-- Sí. ¿Por qué mentiría? Y al conocerte cada vez más ese gusto fue subiendo.

Volteó su cabeza para mirarme unos segundos, luego volvió a observar el techo.

-- Fui muy atrevido el día en que te pedí tener sexo, nunca me disculpé por eso. Es que estaba seguro que ya te habías acostado con otros.

-- No todos somos un casanova como tú --Sonreí con burla, a lo que él rió un poco.