HERMANA ¡TU ERES MI PROPÓSITO! (EN PAUSA POR CORRECCIONES)

-CAPÍTULO QUINTO-

¨Bien, ahora que vas a hacer?, a donde irás, y no, no no me refiero físicamente, o a tus planes a futuro, me refiero ahora mismo, ¿que quieres hacer?, ¿que quieres sentir?, ¿que quieres ser?¨

*Aquellas palabras no dejaban de retumbar en la cabeza de él, no lo dejaban hacer nada. Derek, nombre que alguna vez perteneció a un chico alegre, calmado y optimista, del tipo de persona que vive su vida de una forma tranquila, disfrutando cada momento, o por lo menos así solía ser. Derek, ahora solo era un conjunto de letras y de sonidos con el que se identificaba él, a ¨Derek¨ 

Varias semanas habían pasado ya desde que Derek aceptó sus sentimientos para con sigo mismo. No importa que en que día se encontraba viviendo, lo único que importaba era seguir haciéndolo, seguir viviendo; No importaba lo que fuera a hacer, lo que quisiera hacer, lo que quisiera o fuera a hacer, pues, solo tenía que seguir  viviendo, seguir esperando hasta que llegara el día, el día del examen de admisión universitaria, y después, después... después lo único que tendría que hacer es seguir viviendo hasta que se dieran los resultado, y después, después tendría que ajustarse a la situación, todo dependería de lo que sucediera, si entraba en una universidad o quedaba fuera. Fuese como fuese nada más importaba, todo pasaría como tuviera que pasar, en fin ahora no podía hacer nada, solo tenía que seguir, seguir viviendo.

Derek se encontraba de regreso de la escuela, ¿llegaba tarde o a tiempo?, no lo sabía, y no le importaba, después de todo ya no tenía actividad alguna fuera de la escuela; Hace una semanas, o días quizás había hablado de eso con su Tutora argumentando que así tendría más tiempo para estudiar antes del examen.

Su cuarto, muy por el contrario de lo que su personalidad podría dar a imaginar, se encontraba en su mayor parte ordenado. La cama sobre la que dormía se encontraba despejada en su totalidad, solo una almohada y una manta enrollada eran las únicas imperfecciones sobre la sábana de coloridos pero opacados por la falta de luz, patrones geométricos ordenados en líneas rectas. El piso se hallaba despejado, no como su pequeño escritorio de madera en el cual no había lugar para poner nada más debido a las pulseras, hojas de papel, bolígrafos y cuadernos se encontraban en una eterna batalla entre sí por no caer de dicho escritorio.

¿Cuanto tiempo había pasado ya? unos minutos, media hora, un cuarto o tal vez ya debería estar dormido, en fin, algo no le dejaba disfrutar su resignación como él hubiese querido, así que decidió ir a tomar un baño.*

/A donde vas  con esa toalla, vas a tomar un baño tan temprano?. ¿Te sientes bien? (exagerando sorpresa intencionalmente)

*Lo único que se escuchó a manera de respuesta fue un simple y desabrido ¨sí¨ . Sin emoción, sin expresión alguna en la cara del joven, sin si quiera haberlo pensado, como si de un robot dando una respuesta a un comando de voz se tratase*

/Bien, solo no tardes mucho, como siempre, recuerda que hay que cuidar el agua.

*Un simple hmmjj se escuchó débilmente, pues, ¿para que molestarse en contestar una pregunta rutinaria y cuya respuesta no sería de importancia más adelante?

Ya una vez dentro del baño, con el agua caliente escurriendo por todo su cuerpo, humedeciendo cada rincón hacía donde la gravedad conducía aquel tibio líquido, sus pensamientos cobraron conciencia propia como solía suceder desde que podía recordar, y escenas de películas, series de tv, animes y canciones comenzaron a reproducirse sin su consentimiento, antes solía molestarle pero ahora solo los dejaba fluir, hasta que de repente algo le habló, no desde exterior, si no, algo como una voz interna. 

Era una situación completamente rara, no es como que una voz en su cabeza comenzara a decirle cosas al igual que cuando uno se está quedando dormido y se encuentra en esa ligera línea entre la lucidez y el delirio, donde se pueden escuchar las voces de los sueños estando aún consiente, no era así, más bien era como un cambio de actitud bipolar, donde en un  momento pensaba algo y al instante cambiaba de idea de tal manera que era como estuviese discutiendo con sigo mismo. Lo bueno de estar tomando un baño es que el ruido del agua bloqueaba casi por completo el de su voz, así que podía darse el lujo de hablar en voz no muy alta *