Amor por el baloncesto - MYG+KTH.

Parte 61: TaeHyung no tiene maldad

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Respiración fuerte, llanto, ruegos, risas, gritos.

-Y-Ya... p...porfavor –rogaba el castaño con los ojos llenos de lágrima.

-¡Raro! ¡Raro! ¡Raro! –Cantaban todos alrededor.

Tae grito y pidió que parara, pero no lo hizo.

.

Quería morirse, ¿así todo eso terminaría?

Pastillas enfrente. Las observo con firmeza, o con miedo, no lo sabía.

Paso saliva.

.

Llanto, muchos llantos, gritos, "-¡mamá, mamá!".

"-Estás bien, no seas chiflado".

"-Respira, toma aire y luego habla".

"-Tae –apareció YoonGi frente a él, le sonrió, su linda sonrisa frente a él, luego lo miraba con preocupación–, ¡TaeHyung!".

Y despierta.

Sus ojos están bien abiertos, su cuerpo tendido pero tieso, los dedos de su mano están sujetando con fuerza la cama bajo él, su respiración es irregular, suda un poco, y sus ojos están húmedos.

Una pesadilla, ha sido sólo una pesadilla, y ha llorado en medio del sueño.

Se lleva ambas manos a su rostro, pasa saliva y se da cuenta que su garganta está seca, se relame los labios y enseguida siente como estos se secan de igual manera. Su corazón sigue sintiéndose raro.

Un sonido al lado izquierdo de su cama lo hace sobresaltarse y dirigir su mirada a aquel lugar, su celular suena por la alarma programada, toma el aparato y descarta esa y las otras tres que siguen.

Vuelve a dejar el celular a un lado y vuelve a su posición anterior, su cabeza entre sus manos.

Sólo ha sido una pesadilla, sólo eso...

Unos golpes en la puerta de su habitación se escuchan y  dirige su mirada al lugar, ésta se abre con lentitud y deja a la vista la cabecita de Suk, la niña en cuanto lo ve le sonríe y Tae le devuelve el gesto débilmente.

—Oppa, mamá dice que en cuanto termines de bañarte y arreglarte bajes a tomar el desayuno —menciona la niña, Tae por su parte le asiente con la cabeza.

—Voy —responde.

Después de que Suk cierra la puerta, Tae toma un respiro, se pone de pie y se dirige al baño de su habitación, toma una ducha rápida, se recuerda que tiene que respetar los tiempos, pues la última vez lo hizo bien y llegaron a tiempo, así que no quiere perder la costumbre.

Cuando sale guarda sus cosas en su mochila, terminó hasta tarde la tarea del maestro de sociales. La primera hora del día es con la maestra Hiroko, y se está planteando llegar tarde, pero sabe que no puede porque no le aviso a JiMin o a YoonGi.

Ah, no hablo con ellos ayer, no tenía ánimos, aún no los tiene hoy día, se siente algo cansado y con miedo, no quiere ir a la escuela, ayer perdieron los linces, eso evidentemente no es algo bueno, ¿qué tanta implicación tendría en hoy?

Cierra su mochila y se la cuelga en un hombro, sale de la habitación a paso lento y baja las escaleras de igual manera. Al llegar a la primera planta deja la mochila en el suelo y saluda a YeonTan con una suave caricia tras la oreja, el canino feliz por ello lo sigue después a la cocina, su madre está haciendo las chocolalas que hace días no hace para sus hermanos.