JUSTICIA Y AMOR

EPÍLOGO

ANASTASIA

Estoy festejando diez años de casada, Mía vino de Francia para que festejáramos ambas fiestas, sin embargo tengo un mal presentimiento, hay algo en el ambiente que siento tenso, espero no haya un incidente, solo habemos pura familia, los Grey, Steele y Kavanagh, obvio que los combinados de esos apellidos también, o sea las esposas de los Grey y Kavanagh. A pesar de que había risas, bailes y estamos todos en parejas, mi instinto de madre y mujer me tienen un poco tensa, no lo demuestro porque mis queridas amigas que son una mi cuñada y la otra mi concuña, me hacen reír hasta hacernos llorar a todos con sus ocurrencias.

El lunes siguiente de celebrar mis diez años de casada, uno de mis informantes pidió hablar conmigo en un lugar no muy común, fui porque me dijo que era urgente y lo que me iba mostrar era muy importante, le pregunté si podía llevar a Dousmar, tajante me dijo que no, que después entendería el porqué. Christian sabía siempre que cuando tenía un asunto muy importante para los juicios casi no le prestaba atención, ni a él ni a los niños, solo eran un par de días solamente, me encerraba en mi oficina con Dousmar y recibíamos la documentación de lo que íbamos a presentar durante el juicio, sé que era maratónico, pero en los casos más sensibles los ganábamos.

Mi informante me pidió que me quedara más tiempo en la oficina, estábamos por empezar el juicio de la mafia en el poder, algunos miembros del gobierno conocidos iban a salir en este caso, en verdad me imaginé puras estupideces, esperaba que no me dijera que Carrick o alguna persona que conozco y quiera, esté involucrado en este asunto. De hecho me dijo que no nos llevaría más de dos horas lo que vería, por lo que le pedí a Christian si pasaba por mi ese día, me dijo que si de inmediato.

Ya que se fueron todos, no se les hizo raro que me quedara más tiempo en la oficina, conocían mi trabajo, cuando recibí la llamada de mi informante me pidió que descargara en una USB todos los vídeos que ahí venían, le avisé a Christian que pasara por mí a las ocho de la noche, para ir a cenar con nuestros hijos, el informante me dijo que lo que me estaba enviando, era información laboral y personal, no le entendí si era mía o de él, que pudiéramos estar en peligro. Volvió a sonar el teléfono y mi informante me dijo:

─ Querida Ana, la información que te estoy enviando, la consulté con todos los informantes, esto que te envío es de un año a la fecha, porque te queremos y respetamos, nunca lo veas con el fin de querer hacerte un mal a ti y a tu familia, tu sabrás que haces con el contenido, desafortunadamente, lo que veras, fue realizado para la investigación que nos ocupa desde hace tiempo, no podemos arriesgarnos a quitar parte del contenido, ya que son pruebas refutables para nuestro caso, nos falta la opinión del abogado Carrick para su aprobación, sin embargo, llegamos a un consenso de enviártelas a ti primero, por nuestra parte le diremos a Carrick que te mandamos el material para que lo fueras trabajando, esperamos no nos crucifique por ello, ya sabes lo que tienes que hacer, borrar todo vestigio después de pasarlo a tu USB, de antemano te pedimos disculpas, pero recuerda que no estás sola.

─ Mientras pasaban los videos, pude observar a los funcionarios recibiendo dádivas, de hecho el audio es excelente, escucho atentamente como se lleva la confabulación con los maleantes, en el vídeo se ve que están en un sala de estar, se me hace conocida realmente, mientas observo pienso en donde es, cuando el mesero se acerca a darles su bebida, se ve claramente donde es el lugar "Fairmont Olympic Hotel Seattle", cuando se levanta uno de los gobernadores, se puede distinguir dos parejas de enamorados besándose apasionadamente, ahí me doy cuenta de las palabras de mi informante.

Con lágrimas en mis ojos saco lo más importante de lo que hablan, las hojas de mi trabajo se ven marcadas con gotas que derraman mis ojos. En todos los videos se ven en diversas partes del hotel, hasta en una habitación, donde los funcionarios y maleantes salen con parejas de esas habitaciones, destino o coincidencia, se muestra a las mismas parejas saliendo recién bañados de otras habitaciones sobre el pasillo.