Sweet Nothing.

ú n i c o.

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Mire hacia donde usualmente Jamie se sentaba con su grupo de amigos, Andrew Fox se sento junto a él y le regaló una bonita sonrisa a todos los presentes en esa mesa. Le di un mordisco a mi manzana y pensé en los besos que Jamie repartió por mi cuerpo dejando pequeños rastros de fuego.

× × × × ×

Kaylee se sentó en su mesa habitual, sola y con poca comida. Andrew se sento a la par mía y nos regaló su sonrisa, mire por última vez a Kaylee y le sonreí. Ella me devolvió el gesto y volvimos a ignorarnos.

Como siempre.

──¿Sabes, Duglass? Dicen que Morgan ya se acostó con alguien y se dice que es con Blair Evans.──me informo Andrew. Sonreí incrédulo y pensé:

"Si tan solo el supiera que con quien se acuesta soy yo."

──Uhm... No sabía, creí que Kay-Morgan era virgen.──me corregí.

──Aunque no se, ella es... pfft, no se. Ella es diferente.──prosiguió sin siquiera darse cuenta de mi error y lo agradecía.

──Es una Morgan. Eso la hace diferente.──mire hacia donde ella, su mirada choco contra la mía y sonreí. Ella se quedo mirándome y después apartó su mirada de mi.

──Kaylee es una chica diferente.──murmure.

× × × × ×

Toque su puerta dos veces y de un segundo a otro, Jamie apareció ante mi sin camisa y unos shorts.

──¡Hola!──salude, pase por debajo de su brazo y agarre un pedazo de carne del plato de Jamie.

──¡Ey! ¡Eso era mío!──reclamo.

──Ahora no.──me mofe, tiré mi bolso al suelo y me relaje en la pequeña sala de la casa de Jamie.

──Kaylee.

Giré mi cabeza y lo mire directo a los ojos.

──He estado escuchando unos rumores sobre ti.──explicó en voz baja.

──Ajá y de que son?──me intrigue.

──Que te acuestas con Blair Evans.──solto.

──Oh, eso! Sip, lo había escuchado, todo empezó por un malentendido pero ya no importa.──concluí y me lleve otro pedazo de carne a la boca.

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¿Malentendido? ¿Que tipo de malentendido?

──Y de que trataba ese malentendido?

──Ah, pues, Blair me había mandado un mensaje diciéndome que lo buscará después de clases...

──Y tu no fuiste, ¿verdas?──la interrumpí ansioso.

──Uh-huh, no, si fui pero era para que me diera mis apuntes de la clase de ciencias, alguien habrá leído el papel que me mando y pensó mal. Yo solo fui por mis apuntes.──concluyó. Sentí mi estómago revolverse y hacerme sentir mal.

──¿Porque nunca me dijiste?──seguí.

──Creí que no era de importancia.──siguió comiendo con tranquilidad.

¿Acaso ella no veía lo que me hacía sentir con tal sólo mirarme con sus lindos ojos azules? Eran como el cielo y cuando la besaba debajo de la luz de mi cuarto brillaban como dos lunas azules. Era hermosa y ella, simplemente, no lo notaba.