— Una tarde de hermanos —
Narra T/N:
Despierto con una resaca horrible, estando en la cama y a un lado mío Lucas. Me levanto como alma que lleva el diablo, siento demasiado dolor en mis hombros, en mi cuello y el resto del cuerpo. Mis pies se tropiezan con la botella vacía de tequila, decido tomar mis prendas y ponermelas de una vez. Al poco tiempo comienza a despertarse Jade; ruedo los ojos al recordar que mis tontos impulsos y efectos del alcohol lograron que se me acabara la poca dignidad que tenía.
Me empiezo a poner mis tenis, recojo mi cabello en una coleta y en mi mochila guardo lo necesario para salir. Quiero distraerme, y de acompañante será George. Hace mucho no hablo con él y quiero saber cómo se siente. Pasar el tiempo con mi hermano.— No puede ser — musita —. Enserio tuvimos... — suspiro —.
— ¡Si! Ahora por favor podrías cambiarte y poner en orden el cuarto, por favor — digo irritada —.
— Lo lamento. Yo no era el que forzosamente quería una noche alocada — volteo a verlo —.
— ¿Me estás llamando calenturienta? — insinuo —.
— Sólo digo que cuando estás bajo los efectos del alcohol no sabes lo que haces — toma aliento —. Tomare un baño y pondre en orden tu cuarto ¿si? — dice para acomodarse en la cama —.
— Apresurate. No quiero que mi hermano te vea semidesnudo — comento —.
— ¿Por qué? ¿Vas a alguna parte? — miro el techo en señal de paciencia. Hasta que me agacho en frenesí para recoger sus prendas. Teniéndolas se las aviento en la cara —.
— Quiero salir. Odio estar aquí encerrada — paso mis manos para restregarme los dedos. Estos tienen una loción de hombre, huele altamente bien pero me provoca nauseas y ganas de vomitar —. Oh no —.
— ¿Qué sucede? —.
No respondo por que enseguida salgo del cuarto para ir corriendo por el pasillo y llegar al baño, practicamente estampo mi cara contra el wc, el vomito llega provocandome algo de ardor en la garganta y un mal sabor fe boca. Siento que alguien sostiene los mechones de cabello que cubren mi rostro. Miro de reojo y es Lucas en ropa interior. Me exalto y lo aparto.
— ¡Ponte un pantalón! ¡George puede verte! —.
— ¡Pero estás vomitando! No me quiero quedar en tu cuarto como si nada mientras estas tú aquí — nuevamente no le respondo por que estoy volviendo a vomitar. Ya hasta el estómago me duele por el esfuerzo que estoy haciendo —.
— ¿Lucas? — la voz de mi hermano me pone en alerta —. ¿Qué haces en ropa interior? ¿Por qué estás vomitando Cooper? —.
— ¡Vete y esperame abajo! — apenas puedo levantarme y cerrar la puerta del baño para, de nuevo, seguir vomitando por última vez —.
Recupero el aliento y me limpio la boca. Me quedo tendida en el suelo. Por qué escogí este maldito día para hacer mis estupideces.
— Siempre tienes la razón Cooper —.
— Cierra la boca — dije extrañamente carcajeando —. Ahora ve a mi cuarto y has lo que te pedí. Saldré con mi hermano un rato —.
— Está bien, no te preocupes — ayuda a ponerme de pie. Salgo del baño y voy por mis cosas —.
Voy abajo encontrandome con el menor, salimos y emprendemos camino para ir al pueblo.
( ... )
Nos detuvimos en una heladería, además en un tienda compramos los suficientes dulces para irnos a una plaza. Tomamos asiento en una banca y nos quedamos ahí en un silencio agradable, vagando con la mirada y sintiendo paz. Es ahí que mi hermano me mira de una manera en la que te hace decir “¿Qué?”.
— ¿Por qué Lucas estaba en ropa interior? — cuestiona. Siento unos nervios de mierda —.
— Aún no estás en edad para saberlo — contesto —.
— No soy ingenuo. Sé lo que hicieron. Tomaron bastante tequila hasta embriagarse y tuvieron... — tapo su boca. ¿Cómo es que este niño sabe eso? —.
— ¿Eres un brujo o algo así? — este suspira agotado —.
— Cooperación escuchaba sus gritos desde mi cuarto y dudo que nuestros padres tampoco los hayan escuchado. ¿Qué significa eso de montarme? — únicamente pude avergonzarme de mi misma. En estos momentos puedo decir que pude haber traumado a un niño pequeño o no —.
— Luego te lo diré — sabemos que nunca se lo diré —.
— ¿Cooper aún amas a Finn que tratas de olvidarlo montandote a Lucas? — casi escupo mi helado cuando hizo esa pregunta —.
— ¿Qué dices? —.
— ¿Sigues amando a Finn? ¿Si o no? — ni quiero responder. No he puesto en claro mis pensamientos y es imposible que siga amando a Finn después de lo que hice —.
Seamos sinceros. La he cagado en casi todos los momentos en los que Finn quería que le dijera que lo amara, que fuera cursi con él y cosas por el estilo. Estoy tan sumida en mis inseguridades, miedos y preocupaciones que no sé qué es lo que hago.
— Lo pensaré — dije. George asintió —.
— Si amas a Finn deberías decírselo. Son el uno para el otro. Si llega a proponerte matrimonio no dudes en decirle que sí para que sea el padrino de los anillos — carcajeo —.
— Te adoro. Enserio — lo abrazo.
— Es que piensa lo. Tuvieron una amistad de años, una noviazgo que duró poco pero que fue intenso y real. Para que después se destrozara por ridiculeces... Eso no puede terminar así — asiento —.
— Entonces esta historia no puede acabar así — digo decidida —.
— La historia de Finn y tú — añade —.
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M E A T R A E S ( Finn Wolfhard y Tú)
AléatoireT/N _____ Cooper es una chica verdaderamente misteriosa, fría y de alguna forma interesante (así la describe Finn Wolfhard). Sobre todo no le gusta socializar, pero le gusta la compañía, aún que tenga puestos sus audífonos. Es... Diferente en pocas...