52. Aquí estamos

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- ¿Ya supiste? –Pregunta la voz femenina, mientras Daven golpea el saco de box con fuerza – Aceptará tu oferta.

- Creí que seguiría negándose, hasta quebrar por su propia cuenta –responde él, sin mirarla.

- Me dijo que la junta la había obligado –agrega Amanda, a su gran noticia.

- La junta ya me lo había confirmado, vino Joaquín hace una semana, pero estaba seguro de que lo estaban haciendo a sus espaldas, pensé que por eso enviaban a su VP y no a ella a realizar la negociación –confiesa Daven–, por un momento creí que la habían destituido y tuve un amargo sabor de boca, pero ahora me siento motivado, bella Amanda.

- Entonces ven aquí –Amanda se acerca y lo besa.

- Hoy no –sentencia Daven, alejándola por los hombros.

- Mañana no nos veremos –comenta la mujer, en un tono de amenaza que a Daven le importa poco.

- ¿Ya eres importante? –Cuestiona burlón– Ayer me dijiste lo mismo sobre hoy.

- Planeaba celebrar el cumpleaños de Alexa, pero no pudo así que me invitó a una gala de caridad –comenta, mientras lo sigue escaleras arriba, en dirección a la ducha.

- ¿La gala anual de Erendira? –Se interesa Daven, mientras se desviste para entrar al agua.

- Sí, ¿te invitaron? –Amanda espera respuesta por unos minutos, mientras Daven deja correr el agua, como cavilando acerca de algo importante.

- Me llegó la invitación hace un par de semanas, no creí que fuera buena idea...

- ¿Y ahora crees que lo es porque va a estar ella? –Se interesa Amanda, con cierto aire de celos en las palabras, que intenta reprimir.

- Exactamente –suelta Daven, terminando de quitar el jabón de su cuerpo.

- Entonces, nos veremos allá, supongo...

- No –sale de la ducha y se envuelve la toalla en la cintura con total calma, ante la mirada expectante de Amanda.

- ¿Irás o no? –Pregunta, con cierto tono de molestia.

- Tú no irás –es la respuesta de Daven, que termina por enfadar completamente a la mujer.

- Estás demente...

- Querida, debes comprender que para un predador es más fácil llegar a la presa, si ésta no se encuentra en manada –Amanda rueda los ojos.

- Qué es lo que realmente quieres, ¿vengarte o llevártela a la cama de nuevo? –Daven ríe y Amanda se molesta aún más.

- Ese es asunto mío, Amanda –es su seca respuesta–, además, tú ni siquiera sabes de qué lado estás.

- Deberías dejar que haga lo que pueda sola y olvidarte de ella –comenta, observándolo vestirse.

- ¿Y eso en qué te beneficia? –Gira hacia ella, apenas con los pantalones de chándal puestos y tomándola por la barbilla la acerca a él– ¿ah? –insiste, a pocos centímetros de sus labios.

- En que ambos estén bien –es su respuesta y Daven la suelta de golpe, alejándola de él.

- Me alegra que busques el bienestar de los otros y no te estén llegando ideas tontas a la cabeza, como que si me alejo de ella podría tener algo más que sexo contigo –Amanda rueda los ojos y le da la espalda por unos segundos.

- Eres un idiota –sentencia y Daven vuelve a reír.

- Si esto te ayuda a decidir de qué lado estás, prefiero ser honesto contigo, me caes bien, eres una gran amiga y me divierto contigo, pero no planeo o puedo obligarme a sentir algo más por ti ¿comprendes? –Amanda se mantiene en completo silencio.

¿Quién es el jefe?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora