Nadando en un gran lago, serena y sin afán, una corriente de aire con la realidad me hizo chocar, me encontré con todo el caos que mi ego quiso formar y sin saber lo que había hecho, me dispuse a odiar.
A odiarme más que a nada, sentirme disgustada, odiar cada día que de mi puta vida pasaba, no querer respirar el aire que tan pesado había de estar, cambiar mi personalidad por una que no es de amar.
Mi mente se puso gris, igual que el cielo al llover, decidí no volver a pensar, porque sabía que me iba a doler, escapé de los recuerdos que tanto miedo me causaban, pero me sentencié a las sobra que mi cuerpo cansado mostraba.
Ay que dualidad, mi vida ha llegado a cambiar, no puedo ignorar el pasado que me ha de marcar, y cuando me pongo a llorar y me recubre la soledad, recuerdo que en mi solo ha quedado una gran dualidad, de lo que alguna vez fui y jamás volverá.
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Cartas Para Las Estrellas.
PoetryEn las noches podemos pensar que estamos solos pero además de eso tenemos la compañia de las pequeñas luces que adornan la oscuridad, Las Estrellas.