61. Los secretos de la corona.

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Sostengo el vaso con ambas manos y clavo mi mirada en este, como si pudiera así esconderme de Eva.

-Si bien sabía que era extraño que cargara con todo ese dinero no pensaba que venías de la corte- dice Eva sentándose frente a mi en la mesa-¿Quién eres en realidad, Elle?

Dejo de mirar el vaso y por primera vez desde que salí del escondite, decido ver a Eva a los ojos.

-Solían decirme reina Elissa, pero fui obligada a dejar ese cargo- confieso- Tal vez no tarden en enterarse en el país, es solo que eso sucedió anoche. Hoy se supone que sería mi ejecución.

El rostro de Eva parece perplejo al intentar procesar quien soy y después de un momento de silencio, simplemente termina aclarando su garganta y diciendo:

-Se ven desesperados en encontrarte, debiste haber hecho algo horrible.

-Si, eso dicen.

-¿Quieres contarme?- bajo mi cabeza, no sé si deba hacerlo- Mi madre solía decirme que el peso de los secretos se hace menor cuando los compartes.

Mi madre decía que se convertían en pecados. Pero que importa si de igual forma me han acusado de pecados que ni siquiera he cometido.

-Es una larga historia.

Eva se acomoda mejor en su silla y asiente.

-Tengo tiempo.

•••

Creo que asusté un poco a Eva con todo lo relacionado a los asesinatos y el hecho de que creo que la muerte de Thelma fue también planeada por Vincent.

Definitivamente en el país nadie nos conoce ni a mi ni a Vincent, mucho menos creerían que a los reyes que les juran lealtad son capaces de cosas así por conseguir o mantenerse en el poder.

-Puedes quedarte aquí cuanto lo necesites- dice ofreciéndome una sonrisa-No puedo prometerte que no van a volver, pero definitivamente si te vas ahora van encontrarte más pronto.

-No quiero arriesgarte a ti ni a tu esposo- niego- Si me quedo será más probable que les hagan daño por encubrirme.

-Esta bien, es tu decisión.

-Antes dime, ¿te dijeron que buscaban a la reina? ¿o algo sobre mi?

Niega-Solo que un preso había escapado de la corte, y luego comenzaron a describirte vagamente-frunce el ceño como si intentara recordar todo lo que le dijeron-Luego registraron la casa y la granja. Preguntaron que había en los barriles y les expliqué que me dedicaba a vender leche fermentada a los productores de quesos.

-¿Te pidieron abrirlos?

Asiente-Abrí los dos barriles que recolecté hoy. Preguntaron por los que tenía detrás de la casa, pero les dije que todos esos estaban vacíos. Parece que Dios estaba de tu parte porque decidieron simplemente creerme en lugar de revisarlos.

Escuchamos algo del otro lado de la habitación lo cual nos hace voltear a ambas.

Un hombre va entrando a la casa quitándose su capa.

-No entiendo que pasa allá afuera, parece que están buscando a la mismisima-al verme parece quedarse estático-reina-murmura.

Él debe ser Joseph, el esposo de Eva. No parece demasiado mayor o que le lleve muchos años a su esposa, pero el cabello canoso le aumenta un poco la edad a primera vista. Lleva una barba de días y tiene los ojos café tan oscuro que parecen negros.

-Buenas noches-dice mirándome-Lo siento, no sabía que teníamos visitas.

-Joseph-dice Eva con emoción. Se pone de pie y lo rodea en un abrazo mientras que él deja un beso en su frente-Ven, te presento a... Elle.

Perfecta creaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora