Morena... ¿mía?

6. Un buen comienzo

Natalia llevaba la música del coche a toda voz, esperaba en un semáforo cerca del instituto de su hermana, pero no escuchaba la música, su cabeza iba a 1000 por hora.
Vamos Natalia, que solo vas a comer con la tutora de tu hermana (que menuda tutora), hablar un poco de Elena, y si surgen otros temas... Pues genial. No estés nerviosa, no es una cita... ¿No? Aunque... No no, quita, que demasiado reciente está lo de Cristina para meterme otras historias en la cabeza... Pero es que esa muchacha es monisima. Presiento que va a ir muy bien la comida... Sí sí.
Sin darse cuenta llegó al centro, donde se encontró a Alba hablando con otra joven, supongo que profesora también. La morena reía y la rubia parecía que le regañaba... ¿Estaban tonteando? - bájale a la intensidad guapita -

A: Julieta, por favor, ¿podrías irte antes de que venga? Me la vas a liar...
J: ¡Que no! Que yo tengo que verla, darle el visto bueno... Además, necesito cerciorarme de una cosa.
A: ¿De qué?
J: De si se te pone cara de lerda cuando venga jajajaja
A: Julia de verdad que te voy a mat...
J: Hostias como se a la morena que viene por ahí, me caso. Te lo digo ya que te la quito y me caso con ella.

Y a pocos metros llegaba Natalia, arreglada pero informal, con sus inseparables gafas y el pelo suelto. Le dio un poco de vergüenza acercarse, porque no dejaban de mirarla, pero ya no había vuelta atrás...

N: ¡Hola!
A: Ay hola Natalia, no te habíamos visto llegar. ¿Qué tal?
J: Hola, yo bien Albita, gracias. Es que es un poco maleducada y no nos presenta... Julia, profesora de inglés, compañera y amiga de este furbi
A: ¡Julia! (roja no, lo siguiente)
N: jajaja jajaja Hola Julia, un placer... (pero yo quiero irme a comer con la rubia) ¿nos vamos Alba?
A: Sí, nos vamos a ir porque tengo hambre y al final me voy a comer a la loca esta, o la mato.
J: ¿seguro que es a mí a quien quieres comerte? Jajaja
A: ¡Julia! Me voy me voy...
N: ¡Espera Alba! Te recuerdo que hemos quedado, no me dejes aquí sola... (primero de tonteo aprobado)
J: venga chicas, es broma. Pasadlo bien y si necesitáis cualquier cosa sobre Elena, de clase y tal, yo tamb oa puedo ayudar... Que aquí donde me ves, Natalia, también soy muy seria.
N: jaja si se ve de lejos..
J: por cierto Alba, el finde quedé con Gonzalo en ir al Makati, tu japo preferido, dile a Natalia que se venga y vamos en plan parejitas y no vas de sujetavel...
A: ¡Paso! ¡ME VOY!

Natalia se quedó un poco en shock, y cuando fue consciente que Alba iba en dirección contraria a donde estaba su coche aparcado salió tras ella...

N:¡espera Alba! Que mi coche está para el otro lado
A: ah, vale, lo siento. ¿Vamos las dos en uno y después me traes a por el mio?
N: Si, perfecto, y quita esa cara que se te ha puesto mujer, que vamos a comer.
A: Sí claro, después del bochorno que acabo de pasar... Un comienzo genial.
N: pues sí, Alba. Tranquila.
A: Bueno, ahora pongo el modo profe para hablar de Elena y se me pasa este bochorno tan inceserario...

Natalia miró a los ojos de la rubia, los cuales la hipnotizaron, y le agarró la mano para que parase de andar...

N: Alba para. Tranquila. Yo no quiero ir a comer con la tutora de Elena. Quiero ir a comer con Alba, que a parte de ser la tutora de Elena, es una chica de...
A: 28 años
N: 28 años... Muy simpática y agradable que, aunque tenga una amiga que está fatal, parece buena chica. Y. Mientras comemos y hablamos de todo, pues hablamos de mi hermana también... Pero no quiero que estés incómoda conmigo, sino podemos dejarlo para otro día o...
A: No, No, lo siento... Es que me da coraje que haga esas cosas porque sabe que me da mucha vergüenza.
N: Mira, hagamos una cosa. Eso no acaba de pasar... Delete jajaja
¡Hola Alba! Que tal guapa (ahora sí, plántale dos besos...) mi coche está ahí aparcado, y he pensado que podemos ir a tapear por el centro, ¿te apetece?
A: jajaja (ais, me la como, no la conozco y me la voy a comer de un bocado) sí, me apetece mucho... ¿Natalia te llamabas?
N: jajaja Anda tira...

Y es que, aunque la cosa empezó entre nervios y vergüenza, parecía que entre un picoteo y unos vinos..., iba a ser un buen comienzo. O al menos eso esperaban las dos...