México, 1912
Escucho unos golpes en la puerta y dejo de contarle a Marina la historia.
El doctor está mirándonos a ambas confundido.
-¿Respondió bien?- pregunta él.
-Todo perfecto- dice Marina.
-Bien, porque queremos terminar una nueva sesión.
¿Nueva?
-¡Pero tiene que descansar! ¡Sigue débil!
-Yo soy el doctor aquí, Marina- frunce el ceño- ¿No tienes otros pacientes?
-Ella es mi paciente- dice con voz molesta- Aún está cansada.
-¿No eres tú la que aplicó a la escuela de medicina y fue rechazada? ¿Qué eres ahora?- se burla- ¿Enfermera? Creo que soy doctor y sabría si estoy poniendo en riesgo la vida de mis pacientes. ¡Ahora tráela! Tenemos que continuar.
Después de esto sale de la habitación dejándonos solas de nuevo.
-¿Sabes, Sara?- dice mirando en dirección a donde el doctor se fue- Te creo.
Algo en mi estomago se removió con esas palabras. Creerme, nunca pensé que alguien diría eso. Siempre he sido la "loca" del pueblo o del lugar.
-Si siguen tratándome así a mí, no me sorprende lo que me cuentas- voltea su rostro para mirarme- Si no quieres ir mentiré en tu historial medico y diré que te sientes mal.
Niego-No importa, Marina.
-Sara, pueden hacerte daño de nuevo.
-Seré fuerte- le ofrezco una sonrisa.
Ambas terminamos caminando a la habitación de la terapia, pero al llegar noto que aún no llega el doctor. Marina me ayuda a acomodarme mejor en la silla. Ata mis muñecas, aunque no con la fuerza que lo hace el doctor y comienza a poner los cables en el casco.
-¿Podrías contarme el final de la historia?- me ofrece una sonrisa triste.
Sé que lo pide porque no cree que sea capaz de sobrevivir. Y teniendo en cuenta de que me siento algo adolorida aún, pienso que tal vez tenga razón.
-Viví con Eva y Joseph tres meses hasta que los guardias volvieron y el rey comenzó a difamar mi nombre por el pueblo. Tuve que irme y ahí empezó el caos.
-¿Por qué de pronto siento que todo esto me es familiar?
-Creo que en realidad lo viviste- le sonrío al momento en que pone el casco en mi cabeza-Aunque te perdiste gran parte de la historia, Daly.
Marina me mira con los ojos muy abiertos. Veo como su pecho sube y baja por su respiración agitada y comienza a alejarse de mi. No sé si la asusté pero hasta que veo como sus ojos comienzan a cristalizarse comprendo que lo ha recordado todo.
-âmes soeurs- murmura pero no parece darse cuenta de que ni siquiera ha hablado nuestro idioma.
Es increíble como en nuestro inconsciente están todos nuestros recuerdos, me gustaría entender que necesito yo de ellos para que comenzara a recordarlos por mi misma y sin intentarlo.
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Perfecta creación
Historical Fiction¿Eres fiel a tus ideales o a tu rey? ¿Qué soportarías para proteger a los que amas o incluso a ti misma? ¿Hasta donde llegarás antes de romperte en mil pedazos? Sara, una mujer que vive en 1912 se encuentra encerrada en un manicomio relatando su vi...