Sorpresa de media noche

Era las 3 AM o eso podía calcular Sasuke al ver la posición de la luna en el cielo estrellado, caminaba con paso tranquilo por la espesura del bosque con dirección a la aldea de Konoha específicamente a su hogar donde su esposa e hija estarían dormidas.
Había logrado recolectar toda la información posible estos 12 años así que le pediría, no, le exigiría a su torpe mejor amigo ya no mandarlo a misiones tan largas porque estaba cansado; se estaba y se perdió los mejores años con su hija que ya veía solo tres veces al año, y ni hablar de su esposa que según Safada llora por las noches ya que siempre se la pasa encerrada en su habitación después de cenar.

Apresuró su paso al momento de atravesar las puertas, las luces de los edificios lo ayudaban a no perderse por las calles incluso vio que estaban encendidas las luces del despacho del Hokage.

-Hmp debe de seguir trabajando- se quedó unos segundos debatiendo si ir de una vez con el hokage para reportar su llegada o se esperaría hasta mañana-. Tsk ni lo sueñes Sasuke, primero tu familia- se regaño así mismo antes de ir a su casa.

Todo estaba apagado excepto la luz de la entrada, con sus llaves abrió la puerta despacio para no despertar o asustar a su familia. Todo estaba igual a la última vez que había estado en la casa si acaso Sakura volvió a pintar las paredes de un color verde pistache y en el centro de una pared colgaba el emblema del clan con orgullo.
Sonrió al verlo pues abajo de este estaba una foto de él con su familia demostrando que son ellas Uchihas, que son su familia.

Un fugaz pensamiento llegó a la cabeza del Uchiha y se enterró en lo profundo de su inconsciente:

-¿Y si tenemos otro hijo? Más- recordó que cuando era joven su meta era tener muchos hijos para que el clan Uchiha volviera a existir.

Era claro que es su culpa por no estar en casa y que por eso no han podido reproducirse como conejos como a él le gustaría, pero, eso cambiaría a partir de hoy que estará todo el tiempo que sea posible con su familia y hablaría con Sakura para hacer más grande a la familia.

Dejo casi todas sus cosas en la sala acomodadas ya que solo quería llegar a su cuarto a dormir, paso primero por la habitación de su hija y se dió cuenta que no estaba.

-Quizas está de misión- susurro. Volvió a cerrar la puerta para dirigirse su  cuarto cuando comenzó a escuchar muchos quejidos que decían cosas intendibles, el sonido de la cama rechinar por los movimientos de alguien sobre esta-. ¿Pero que?- abrió con lentitud la puerta temiendo que sus más profundos miedos se hayan vuelto realidad y que Sakura ya se haya cansado de él y que por eso le estaba haciendo infiel en su propia cama en su propia casa.

Fue mayor su sorpresa cuando solo vio a su mujer acostada en la cama abierta de piernas en frente de él, se encontraba semi desnuda pues aún conservaba su blusa para dormir que la tenía abierta de los pechos dónde a uno lo pellizcaba con rudesa mientras que con su otra mano metía y sacaba un extraño aparato para el Uchiha que estaba echo piedra en la puerta.

Trago salvia claramente nervioso, nunca había visto esa faceta de Sakura. Su miembro comenzó a ponerse duro cuando descubrió lo que tenía la mujer en su otra mano y era un vibrador aquel aparato le estaba dando placer a su mujer cuando él era el encargado de esa tarea. Se metió al cuarto sin hacer ruido para sentarse en una silla que estaba en frente de un tocador, se bajo sus pantalones hasta el piso y comenzó a masajear su miembro que ya goteaba el pre semen incluso activo su sharingan para tener grabado aquel candente espectáculo que Sakura le estaba dando.

-Aaahh... Sasuke-kun aaahh...- movía con el vibrador adentro de ella mientras movía sus caderas. Se había percatado de la presencia de su esposo observándola tras la puerta pero prefirió fingir que no estaba allí, quería medir cuánto tiempo duraría el Uchiha sin tocarla.