Bueno, mi padre desde que tuve edad suficiente como para pescar, y no me refiero con caña sino con las manos, comenzó a llevarme cada cuatro meses a acampar, algunos dicen, que bueno que vayas a acampar con tu padre y todo eso, pero no era nada como lo decían los demás, él tenía una manera única, la primera vez que acampe me enseño como armar mi propia fogata y como filtrar agua, al principio no le tome mucha importancia, pero las siguientes veces que seguimos yendo, me enseñó a como pescar de diferentes formas, identificar si los frutos están bien o no, a como escalar árboles y montañas, hasta como portar armas entre ellas las blancas y una de mano, no entendía muy bien porque me enseñaba todas estas cosas, sin embargo, un día cuando de nuevo estábamos yendo a acampar, vi que no tomo la misma ruta, no reconocía el lugar por donde pasábamos, pasaron las horas y en poco iba a anochecer, cuando de eso mi padre me dice:
- Sé que no es el mismo lugar al que siempre vamos, pero en esta ocasión quiero intentar algo diferente, que tu intentes algo diferente –tenía una expresión tranquila en su rostro –pero no tengas miedo Peter, yo estoy seguro que podrás hacerlo, confío en ti, ten toma un poco café así podrás despertar.
Al decir eso y de haberme tomado un poco del café, el carro comenzó poco a poco a parar, y me comencé a sentir cansado, los ojos me pesaban tanto que no me podía mantener despierto, parra el carro, apoyo mi cabeza contra el cristal, y mientras cerraba mis ojos oigo a mi padre decir, confió en ti.
Me quede el resto del día cerca de donde caímos, pasaron las horas y deje de oír disparos, al caer la noche, revise mis provisiones y las de San, calcule que tenía suficiente para sobrevivir por unos días, pero sabía que en la mochila de los caídos también habría unas cuantas latas y galletas que serían fundamentales, sin embargo, no sabía si al subir me encontraría con unos cuantos soldados, y si fuera ese caso tendría que hacerme pasar por muerto para que no me descubrieran. Comencé a subir cuidadosamente y al asomar mi cabeza para ver el lugar, noto que no hay nadie, comienzo a avanzar lento y sobre todo atento por si un soldado se acerca, al llegar al primer cuerpo, me agachó y comienzo a buscar sus provisiones, reviso sus bolsillos y saco las balas de su arma, y hago lo mismo con los cuerpos que seguían, mientras iba pasando el tiempo y seguía buscando provisiones, comencé a relajarme poco a poco, ya no estaba tenso por si un soldados aparecía, al parecer ya no había nadie cerca, al acabar de revisar los cuerpos regreso abajo, y organizo todo para ver cómo le haría para sobrevivir, sabía que tenía que moverme al amanecer, no me iba a quedar aquí esperando a que alguien me encuentre, quizás no me iban a encontrar o quizás los que me encuentren sean los enemigos, esa noche decidí dormir con mi arma en las manos, al cerrar los ojos para intentar dormir, en mi cabeza pasaban muchas cosas, cosas que volveré a recordar el resto de mi vida, y que quisiera poder borrarlas. A la mañana siguiente, me desperté al igual que el sol, y comencé a escavar, picaba la tierra con la punta de un arma que traje y con mi casco lo sacaba, por lo menos una hora estuve haciendo eso, tomo el cuerpo de San y lo echo dentro del hueco, me quedo viéndolo por unos minutos y comienzo a enterrarlo, para terminar, clavo una rama en el frente y coloco su casco en ella, le doy último adiós a San, doy un suspiro para estar listo a lo que vendría, y comienzo a subir.
Cuando me desperté estaba en medio de un bosque, no sabía dónde exactamente estaba, lo último que recordaba era haber tomado un poco del café y haberme despertado aquí, aun me siento cansado, como si el café hubiera tenido algo, no encuentro a mi padre por ningún lado, lo único que tengo es una mochila y en ella solo hay un reloj, unas galletas, un par de botellas con agua, una casaca y un cuchillo militar, al ver lo que tenía, sabía que no iba ser fácil salir de aquí, tendría que llegar hasta una carretera o un pueblo donde podría pedir ayuda o guiarme aunque sea, lo primero que haría sería encontrar una fuente de agua, ya sea un río o lago vale la pena, pero más quisiera un río ya que podría seguir la corriente y llegar a un pueblo. Camine alrededor de unas tres horas sin encontrar nada, las galletas que tenía las iba a racionar porque nadie sabe si saldré de aquí en dos días o una semana, quien sabe, lo único que sabía era que no había mucha presencia de algo que me ataque, lo digo ya que lo último que recuerdo fue en el carro de mi padre en medio de la noche y cuando me desperté eran las 8:38 de la mañana, si pude sobrevivir una noche sin saberlo, podre hacerlo ahora si sabiéndolo, solo me pregunto, porque mi padre me dejo aquí.
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Soledad en el campo de guerra
HistoryczneImaginate quedar solo y a tu suerte en medio del bosque, en un país que no conoces, mientras una guerra se libra haya afuera, Peter espera volver a casa, ¿Lo lograra?