Unique part.

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Con un suspiro de alivio abandonó por fin la cafetería después de asegurarse de cerrar correctamente, caminando hasta su auto y observando el cielo nublado dando paso a la noche fría y oscura.

Lo más seguro es que llovería.

Entrando al auto para después tirar con algo de descuido su mochila en los asientos traseros, decidió prender la radio en su estación favorita para disfrutar del casi largo viaje hasta su casa.

Una vez encendido el auto, arrancó hacia las calles aún concurridas del centro de Incheon, notando como pequeñas gotas de agua empezaban a impactar contra el parabrisas.

Manejando un poco más lento esta vez al notar la lluvia empezar a caer más fuerte, sus ojos viajaban constantemente hacia el reloj digital que había arriba de la radio con algo de angustia.

Las 7:30 p.m. se marcaban recordándole que no debía demorar mucho en llegar a su apartamento, la lluvia parecía querer arrasar todo a su paso y sabía que pronto empezarían a caer truenos. Debía llegar rápido con él.

A sabiendas que iba en mitad de camino empezó a manejar un poco más rápido, esquivando algunos semáforos y señales de tránsito observando como las calles empezaban a vaciarse facilitándole más la tarea de manejar rápido.

Sus ojos no se habían apartado del reloj en todo el camino, sintiendo como el tiempo se burlaba de él a la par que los truenos se unían a la lluvia mandándole ese pequeño dolor de preocupación a su corazón.

Estando a diez minutos del edificio en donde vivían mandó a la mierda el tiempo y la lluvia empezando a conducir como si su vida dependiera de ello.

Aunque podría decirse que si dependía de ello.

Soltó un suspiro de gran alivio al visualizar el edificio a pocos metros, y entrando a la zona de parqueo apagó el auto con rapidez para después tomar su mochila de los asientos traseros y bajar del vehículo con prisa, asegurandolo a lo lejos mientras corría hacia el elevador.

Una vez las puertas del elevador se abrieron a la par dejándole entrar presionó con algo de desesperación el botón de su piso, observando como si fuera una ilusión el lento andar de la máquina en dónde se encontraba metido.

El sonido de la lluvia se encontraba amortiguado por las numerosas paredes que le rodeaban pero aún así le recordaba el motivo de su apuro por llegar hacia su departamento.

Después de unos dos minutos que a su parecer le parecieron horas eternas salió corriendo del elevador ni bien las puertas se habían abierto dándole paso al pasillo donde estaba su puerta.

Tanteando con rapidez sus bolsillo una vez estuvo frente a la puerta del 4419 sacó las llaves insertándolas en la cerradura y abriendo con su totalidad la puerta del apartamento encontrando todo en penumbras.

Cerrando la puerta con suavidad pero rápidamente para evitar hacer algún ruido fuerte tiró su mochila al piso y dejó sus llaves en la mesita de la sala después de haberse quitado sus tenis para empezar a caminar con rapidez hasta el cuarto que compartían.

Respirando hondo cuando su mano tomó el pomo giró este con lentitud abriendo la puerta despacio y encontrando una imagen que le apretujaba el corazón.

—Sunggie hyung, ya estoy aquí.

El mayor se encontraba hecho bolita en el centro de la cama de porte matrimonial temblando y sollozando débilmente y casi inaudible por la fuerte tormenta que azotaba a Incheon esa noche.

A paso lento llegó hasta la cama sentándose en la orilla de esta, observando como unos cristalinos ojitos castaños salían debajo de aquella gruesa frazada que le protegía. Le regaló una sonrisa mientras estiraba su mano para acariciar los suaves cabellos rubios del mayor para intentar calmarlo.

—Está bien hyung, ya estoy aquí.

Observó atento el cómo los ojitos del rubio miraban la cama y después hacia su persona consecutivamente, captando la indirecta de que quería que se acostara en ella. Apenas su espalda tocó el suave colchón sintió unas manos aferrarse a su torso mientras una respiración irregular impactaba contra su cuello.

El cuerpo del mayor se encontraba abrazado encima del suyo, mientras los tenues sollozos le hacían temblar y las agrias lágrimas manchaban la tela de su hoodie, importándole poco eso. Sus manos se encontraban en la espalda y cabeza del rubio, brindándole caricias amorosas en espera de que la calma le invadiera.

Unos minutos más tarde cuando el mayor dejó de llorar y sólo se escuchaba el sorbeteo de su nariz contrarrestando con el sonido de la tormenta golpeando contra las ventanas, llevó ambas manos al rostro contrario acunando este mientras sus pulgares se encargaban de secar las lágrimas que yacían en sus rellenitas mejillas.

—¿Mucho mejor, Sunggie hyung? —preguntó con calma y voz baja para no romper el ambiente íntimo y calmado que los rodeaba.

—Gracias por estar conmigo Innie, no sé qué haría sin ti. Seguramente estaría muriendo de miedo y sin poder dormir —rió algo adormilado por las caricias impartidas en sus mejillas por los pulgares del menor.

—Siempre estaré aquí contigo hyung, seré el arcoíris después de tu tormenta —dicho eso dejó un suave beso en la punta de su nariz, sacándole una sonrisa.

—Te amo Jeongin.

—Yo también lo amo hyung.

Uniendo ésta vez sus labios en un agridulce beso gracias a las lágrimas del mayor, el rubio encontró la calma necesaria para afrontar su temor, dejándose llevar por el sueño que empezaba a caer en su cuerpo a la par que las caricias del menor volvían a hacer acto de presencia.

Terminando por dormirse entre los brazos de Jeongin mientras el sonido de la lluvia del fondo lo arrullaba a pesar de escucharse aún muy fuerte. Sabía que sin importar que tanto le asustaran las tormentas mientras que tuviera a Jeongin a su lado para calmar sus temores todo estaría bien.

Y el menor al observar a su hyung caer de una vez por todas en los brazos de Morfeo se dejó embriagar por el arrullador ambiente quedando dormido unos minutos después sin dejar de abrazar la cintura del rubio.

Ambos terminaron por dormirse con un cálido sentimiento en sus corazones y pequeñas sonrisas en sus labios.

Después de todo, cuando pasa la tormenta viene la calma, y Jisung no encontraba mejor calma que con Jeongin a su lado.

...

*Astrafobia: miedo irracional a las tormentas.

It's a sweet, soft and fluffy night gentecita. Quería traerles este os hace rato pero ni lo había empezado xd, hasta que llovió por aquí y en vez de dormir terminé escribiéndolo.

Espero y les haya gustado uwu.

Sweet dreams y arriba el Jeongin top😎✌️🏻

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. ☁︎ ࣪ . 𝗮𝘀𝘁𝗿𝗮𝗳𝗼𝗯𝗶𝗮 ⋆ jeongsung ‹3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora